En el Estadio Nacional de Varsovia, Polonia, el Sevilla consiguió apoderarse de un complicado partido ante el humilde Dnipro de Ucrania, la cenicienta de la competencia. Lo venció 3-2, luego de comenzar abajo en el marcador y sufrir un empate en el cierre del primer tiempo. Si bien no anotó goles, Éver Banega fue una pieza clave de este triunfo, a tal punto que lo eligieron como el MVP del encuentro.
A los seis minutos, y tras una veloz contra, Nikola Kalinic apareció por el segundo palo para meter un cabezazo y causar sorpresa en todos. El Dnipro pasaba al frente del partido rápidamente y ponía contra las cuerdas al último campeón.
En una ráfaga, los de Unai Emery, quien fue candidato a reemplazar a Carlo Ancelotti en el Real Madrid, lo dieron vuelta con las anotaciones de Grzegorz Krychowiak y Carlos Bacca. En el cierre del primer tiempo, Ruslan Rotan clavó un tiro libre al ángulo que emparejó las cosas y selló un auténtico partidazo.
La tensión creció en el complemento, hasta la irrupción nuevamente de Bacca. El colombiano selló el marcador final y aseguró el título del equipo español, que sólo se vio empañado ante la preocupación que causó la pérdida de conocimiento de Matheus, tras chocar la cabeza con Tremoulinas.
Sevilla, de este modo, logró retener la corona luego de consagrarse campeón durante la temporada pasada. Es la cuarta Europa League que levanta, siendo su quinto título internacional (ganó la Supercopa de Europa en 2006). Ahora irá a disputar la Champions League la próxima temporada y espera por el campeón de la actual edición (Juventus o Barcelona) de dicha competencia para conocer a su rival en la Supercopa de Europa.