Tras el estallido del escándalo de corrupción que sacude a la FIFA comienzan a conocerse nuevos detalles de la investigación de la Justicia de los Estados Unidos que pone en el ojo de la tormenta a los máximos directivos del fútbol sudamericano.
Sin dar nombres propios, el informe presentado este miércoles por la fiscal general de los Estados Unidos, Loretta Lynch, asegura que "el presidente de la Conmebol y los presidentes de la federaciones de Brasil y Argentina" recibieron sobornos por 15 millones de dólares. Las coimas habrían sido pagadas por la empresa Datisa –de los empresarios argentinos Alejandro Burzaco y Hugo y Mariano Jinkis (padre e hijo)– en el marco de la firma del contrato para realizar la Copa América 2015 (Chile), la Copa América del Centenario 2016 (EEUU) y dos ediciones más la competencia (2019 y 2023).
El escrito sostiene que el total de coimas fue de 100 millones de dólares: 20 millones sólo por firmar el acuerdo y 20 millones por cada una de las cuatro ediciones de la Copa América. Por cada 20 millones, los presidentes de Conmebol, AFA y CBF se llevaban 3 millones, mientras que los otros siete presidentes de la entidades que integran la federación que nuclea al fútbol sudamericano cobraron 1,5 millones. El restante medio millón iba al bolsillo de un "oficial de Conmebol" del que no se dan más precisiones.
El informe judicial da los cargos y no los nombres de los directivos implicados, pero el contrato que menciona fue firmado en 2013. En ese momento la Conmebol era dirigida por el uruguayo Eugenio Figueredo, mientras que la AFA estaba en manos del fallecido Julio Humberto Grondona y la CBF era presidida por José Maria Marin, quien continúa actualmente en ese cargo.
En varios tramos del informe se menciona como parte del entramado de corrupción al "cómplice #10", al que sindican como un "oficial de alto rango de la FIFA, la Conmebol y la AFA". Durante la conferencia de prensa brindada en los Estados Unidos, Lynch fue consultada sobre si se trataba de Grondona. La funcionaria judicial evitó confirmarlo y se limitó a decir que no iba a dar "ningún nombre que no esté en el expediente".
Los empresarios argentinos de Datisa, Burzaco y los Jinkis, fueron imputados en la causa por el pago de los sobornos. Los tres tienen cargos en el departamento de marketing deportivo de la FIFA. Burzaco viajó a Europa, mientras que los Jinkis estarían en el país. Según supo este medio, mañana Cancillería recibirá los pedidos de captura internacional emitidos por Interpol.
<b>Paso a paso, cómo se creó Datisa y las coimas entregadas</b>
La denuncia presentada por la Justicia de los Estados Unidos detalla cómo se creó la empresa para quedarse con el negocio del fútbol y los millonarios sobornos entregados. Así, se remonta a abril de 2013, "tras la renuncia del acusado Nicolás Leoz, el acusado Eugenio Figueredo –doble ciudadanía, de los Estados Unidos y Uruguay, que mantiene una residencia en California– asumió la presidencia de la Conmebol y el lugar 44º de Leoz como vicepresidente en el comité ejecutivo de la FIFA. Poco después de la asunción de Figueredo a estas posiciones, Conmebol, Concacaf y las compañías de marketing deportivo controladas por el Co-Conspirador #2 y los acusados ​​Alejandro Burzaco, Hugo Jinkis, y Mariano Jinkis, consumaron un esquema para obtener un conjunto de valiosos derechos por parte de funcionarios de Concacaf y Conmebol, a cambio de un acuerdo para pagar u$s110 millones en sobornos".
El escrito continúa aclarando que "como parte del plan, el Co-Conspirador #2 y los acusados ​​Alejandro Burzaco, Hugo Jinkis y Mariano Jinkis unieron sus respectivas empresas y formaron una nueva entidad conocida como Datisa. A raíz de la creación de esta entidad, Datisa celebró un contrato por u$s317,5 millones con la Conmebol para obtener los derechos exclusivos de todo el mundo de las ediciones de la Copa América 2015, 2019 y 2023 y la Copa América Centenario de 2016, un torneo para celebrar el 100 aniversario de la primera edición de la Copa América. Tras las negociaciones entre la Conmebol y la Concacaf, se determinó que los equipos nacionales de las seis asociaciones miembros de Concacaf, entre ellos la Federación de Fútbol de Estados Unidos, participarían en la Copa América Centenario con los 10 equipos de la Conmebol. Determinaron que el torneo sería organizado por los Estados Unidos en reconocimiento al crecimiento del mercado futbolístico de América del Norte".
"Datisa posteriormente firmó un contrato de u$s35 millones con la Concacaf, en su calidad de co-organizador de la Copa América Centenario, para adquirir derechos de difusión de la Concacaf para el torneo", asegura el escrito presentado este miércoles.
Respecto del pago de sobornos, aclara el informe que "en relación con la adquisición de los derechos de transmisión de los torneos de la Copa América y el Centenario de la Conmebol y la Concacaf, Datisa acordó pagar u$s110 millones en sobornos a los acusados ​​Jeffrey Webb, Eugenio Figueredo, Rafael Esquivel, José María Marín, y Nicolás Leoz, y varios otros funcionarios de fútbol. Datisa acordó realizar estos pagos en varios momentos durante la vigencia de los contratos. Al menos u$s40 millones se han pagado hasta la fecha.
"El 1 de mayo de 2014, la Concacaf y Conmebol celebraron una conferencia de prensa en Miami, Florida, para anunciar oficialmente y promover la Copa América Centenario. Representantes de Datisa, incluidos los acusados ​​Alejandro Burzaco, Hugo Jinkis, y Mariano Jinkis y el Co-Conspirador #2, asistieron a la conferencia de prensa. En el comunicado emitido para la ocasión, el acusado Eugenio Figueredo declaró: 'Estamos orgullosos de desempeñar un rol preponderante en la celebración del centenario de un torneo nacido para unir a toda América. Ahora, Concacaf y Estados Unidos serán la sede de la más antigua de las competencias entre equipos del mundo'. Materiales de promoción llevaban el logotipo del nombre comercial de Datisa junto con los logos de la Concacaf y Conmebol, superpuestas sobre un mapa del hemisferio occidental", detallaron.
"La Copa América Centenario está programada para ser jugada en junio 2016 en las ciudades ubicadas en todo Estados Unidos", cierra esa parte del informe.