El 3 de abril de 1988, Juan María Traverso logró uno de sus triunfos más recordados por todos los amantes del automovilismo. A bordo de su Renault Fuego, prendida fuego, el Flaco ganó la carrera del TC2000 en General Roca, Río Negro, y fue unas de las hazañas más grandes.
"Se me rompió una manguera y comencé a perder aceite, fundamentalmente sobre los escapes. Llegué a derramar prácticamente todo el lubricante en las últimas tres vueltas, lo que hizo levantar la temperatura del motor hasta ponerlo al rojo vivo. Recién percibí el fuego muy cerca de la llegada y no podía parar. Otro problema era el humo que se metía en el habitáculo, no me dejaba ver, ni respirar, pero faltaba tan pocoque no podía desperdiciar la posibilidad de ganar esa carrera", palabras del "maestro" Juan sobre aquella epopeya ocurrida hace 32 años.
Quedaban 600 metros y con la cabina llena de humo, el Flaco, hace ancha la última curva, el aceite hirviendo enciende el fuego, los relatores gritan, el público delira y el Maestro consuma su obra más gloriosa.
"Fue un momento clave. Me dije 'puedo ganar o se puede quemar. Si se quema me bajo', me desaté los cinturones, destrabé la puerta, miré donde estaban los bomberos como para estacionar allí si se ponía fea la cosa", expresó el flaco tiempo después.