"Volaré inmediatamente a casa, seguro", señaló Murray durante su pretemporada en Dubai. Apenas aterrizó en Melbourne, el británico afirmó que daba igual que el nacimiento se produjera entre la semifinal y la final: "Para mí, mi hijo y mi mujer (Kim Sears) son más importantes que un partido de tenis, sí".
Murray, de 28 años, se enfrentará mañana al serbio Novak Djokovic por el título. Pero todo podría venirse abajo si su hijo decide adelantar la fecha de su nacimiento, previsto para mediados de febrero. La cancelación de la final podría ser un desastre para la organización, ya que perdería una gran cantidad de dinero por los derechos de televisión. Además, tendría que indemnizar a patrocinadores y aficionados.
Kim Sears, que se casó con Murray el 11 de abril en la ciudad escocesa de Dunblane, no viajó a Melbourne por precaución médica. El tenista, además, cambió la pretemporada por el primer embarazo de su mujer. En vez de entrenarse en Miami, como acostumbra, se trasladó a Dubai. "Desde aquí puedo volver a casa más rápido en caso de que sea necesario", dijo entonces el jugador.
El número dos del mundo no jugará ningún torneo en febrero y no volvería a competir hasta el primer fin de semana de marzo, cuando Reino Unido recibirá a Japón en la primera ronda de la Copa Davis. El británico aspira en Australia a conquistar el tercer Grand Slam de su carrera tras el US Open 2012 y Wimbledon 2013.