¿Persecución? ¿Sanción ejemplar? ¿Cambios profundos para evitar males futuros? Muchas preguntas, pero una sola certeza: San Lorenzo tendrá que volver a jugar a puertas cerradas un partido en el 2015. Será tal como había ocurrido frente al Corinthians, por la segunda jornada de la zona de grupos de la Libertadores (así lo había dispuesto la CONMEBOL, por la utilización de pirotecnia en la final de la Copa pasada ante Nacional de Paraguay), aunque ahora, otro organismo fue el que dispuso la sanción.
Como la confederación no elevó suspensiones ni cargos por la agresión contra Juan Pablo Belatti, el juez de línea que recibió un proyectil en su cabeza, mientras se disputaba la vuelta de la Recopa Sudamericana contra River en el Nuevo Gasómetro, el Comité de Seguridad de la Ciudad de Buenos Aires entró en escena y no dejó pasar por alto el asunto. Así es que por la séptima fecha del certamen doméstico, el "Ciclón" se privará nuevamente de contar con el apoyo de sus hinchas en el Bajo Flores.
La determinación salió a la luz con el plantel concentrado en el choque con San Pablo en Brasil, clave para sus aspiraciones a meterse en los Octavos de Final de la Copa. Seguramente los dirigentes azulgranas no habrá recibido la noticia con agrado, aunque recién podrán apelar en el regreso.
El sábado 28 de marzo, no habrá parcialidad local contra Lanús, pero en la CD cuerva se movieron rápido y tomaron la decisión de expulsar como socio al simpatizante que se metió en el campo de juego en el clásico contra Huracán. Claro, por la gravedad del caso, podría recaer una nueva junta del Comité porteño para definir una nueva suspensión en el futuro, aunque barajan la posibilidad de que simplemente sea económica y no perjudique deportivamente al club de Boedo.