Buen espectáculo brindaron en Mar del Plata Aldosivi y Rosario Central, con un campo de juego húmedo que le aportó un condimento más al pleito y muchas emociones. En el inicio, Patricio Loustau entendió que Lamberti hizo lo suficiente como para que Musto no conectara un balón dentro del área y pitó penal. En escena apareció el goleador del campeonato, Marco Ruben, para gritar por 11ª vez y poner arriba en el tanteador a la visita.
Pero el Canalla no dejaría de sonreír ahí nomás, debido a que Franco Cervi salió favorecido con un rebote en la puerta del área grande y mostró su categoría: pecho, volea y a cobrar. Justo en el momento en el que el Tiburón parecía reaccionar, recibió otro mazazo. Y para peores, pudo haberse puesto en juego si el árbitro sancionaba el alevoso penal de Pinola, quien actuó como segundo arquero para detener un tiro de Menseguez, pero no ocurrió.
El equipo de Teté Quiroz pecó de lento y parsimonioso, adelantándole a su rival siempre lo que iba a intentar hacer. Las ausencias de peso se notaron (faltaron el lesionado Roger Martínez y los suspendidos Lequi, Gastón Díaz y Jonathan Galván) y más allá de posicionarse unos metros adelante, no incomodó a un Caranta bien cubierto. Los de Coudet prefirieron cuidar la diferencia a tratar de liquidarlo y los minutos se consumieron.
Una baja en la intensidad de las torres de iluminación demoró unos minutos el progreso del cotejo, por eso el juez añadió 8 minutos de descuento. En ese lapso, un córner le dio en la mano a Niell y esta vez el colegiado señaló el punto de penal. Ángel Vildozo acertó y sembró el suspenso, que se cortaría con un buen contragolpe comandado por Jonás Aguirre y definido por el mencionado chiquitín, quien se redimió.
Más allá de la buena campaña, a Aldosivi le cuesta en el último tiempo: está en mitad de tabla pero cayó en sus últimas tres presentaciones (antes con Tigre y Racing). Central, que es el mejor equipo jugando fuera de casa, se arrimó a la punta y quedó a tres de Boca. Si mantiene su nivel, puede ilusionarse con pelear por el título hasta las últimas consecuencias.