Con una alegría inmensa, Marcos Rojo confesó que les había manifestado a sus compañeros en la previa que convertiría un tanto, y así fue: "Se los había dicho. Se los dije a Ever y a Ota. Sabía que la iba a meter. Es para mi familia, mi hermano, mi mujer y mis hijas", contó.
El defensor volvió a la titularidad en un partido clave y le terminó dando el agónico triunfo al Seleccionado para seguir con vida en el Mundial, y se animó a más: "Las cosas no estaban saliendo. Los jugadores se merecen más que nadie esto. Esto recién comienza".