Detrás de la alegría por las incorporaciones de Nicolás Bertolo, Javier Saviola, Luis González y Lucas Alario, River sufrió una baja de peso en este mercado de pases. Después de una extensa novela, con vaivenes en todo sentido, Ariel Rojas no renovó el contrato que culminará en cuatro días con la institución y preparó las valijas para sumarse a las filas del Cruz Azul de México.
Aunque las negociaciones con los dirigentes millonarios tuvieron lugar hasta los últimos días, el Chino declinó los ofrecimientos y optó por alejarse del país, aunque aprovechó para comentar su satisfacción por haber defendido la camiseta de la entidad de Núñez. "Pensé bastante la decisión, sobre todo con mi familia. Cuando terminó el partido con Cruzeiro se fue cruzaron muchas cosas por la cabeza. Con todo lo que costó llegar a la Semifinal, en el momento la quería jugar. Pero evalué en frío y creí que podía irme tranquilo por haber cumplido siempre con mi trabajo", expresó.
El volante zurdo, clave para el esquema táctico de Marcelo Gallardo, no alcanzó un entendimiento con Rodolfo D'Onofrio y compañía, pero dejó en claro que no solamente fueron económicos los motivos para elegir su salida. "Siempre hice las cosas profesionalmente, aunque a veces salieron bien y otras no tanto. Me voy tranquilo, creyendo que ya había cumplido con lo mío y que era momento de buscar otra cosa", asumió el jugador de 29 años, que también pasó por Vélez y Godoy Cruz.
En la misma línea de pensamiento, Rojas recalcó que "yo quería irme bien y dejar el club en un buen momento, que siempre es lo más difícil. Es fácil irse cuando las cosas van mal". Además valoró que desembarcará en otro elenco con pretensiones deportivas de alto vuelo: "Me acostumbré a ganar en River y de ninguna manera quería hacer a un lado esa forma de pensar".
Sobre el cierre de la entrevista confirmó que sellará un vínculo por tres temporadas con los aztecas, aseguró que la relación con la gente es la mejor porque "me saludan en la calle" y se encargó de agradecer la labor de la Comisión Directiva, pese a los rumores de fuego cruzado en la mesa de tratativas: "Se portaron bien y debo decirlo, nunca me obligaron a ir a entrenar y de común acuerdo entendimos que no era necesario".