Hasta este partido el equipo, acostumbrado a disputar instancias finales y conseguir medallas en eventos olímpicos (plata en Sydney 2000 y Londres 2012; bronce en Atenas 2004 y Beijing 2008) no había podido hallar nunca una fisonomía definida de juego.
Porque más allá de que los resultados fueron esquivos y perdió en tres de las cuatro presentaciones, el conjunto argentino estuvo lejos del rendimiento pretendido, con una ausencia fundamental: la de una conductora que distribuya y clarifique ante cada situación adversa.
Ahora, tras el triunfo ante la India y asegurarse un sitio entre los ocho mejores del torneo, Las Leonas saben que del otro lado del cuadro puede aparecer Holanda (la potencia de mejor rendimiento) como el adversario en el cruce de cuartos de final.