Martino viene golpeado, no solo con el cimbronazo de una nueva frustración en una final de Copa América, sino de los inconvenientes que viene teniendo desde antes de que la AFA quedada virtualmente acéfala, como estar meses sin cobrar su salario, como no haber tenido sparrings en Estados Unidos y ahora asistiendo a la negativa de dirigentes de ceder a sus futbolistas.
Las palabras de que la prioridad la tiene el seleccionado quedaron enterradas con los hechos. Daniel Angelici se negó a ceder a Cristian Pavón antes de la finalización de la participación de Boca en la Libertadores.
Rodolfo D'Onofrio avisó que pedirá que no sea convocado Augusto Batalla y Pablo Moyano advirtió que no cederá a Emiliano Rigoni, Martín Benítez y Víctor Cuesta.
El delantero cordobés Paulo Dybala fue el primero en anunciar que Juventus no lo dejaba jugar para la sub23 y crecían las dudas sobre Matías Kranevitter, del Atlético de Madrid, y Ramiro Funes Mori, del Everton inglés.
De una selección de lujo para un sub 23 Martino pasó a no poder armar un plantel, al punto que tenía previsto comenzar los entrenamientos mañana y debió postergarlo para el 11 de julio, el mismo día que los mismos dirigentes que negaron a sus jugadores estarán trabajando para aprobar la Súper Liga.
Martino tiene que tener a disposición 18 jugadores para la lista definitiva y cuatro reservas. De los 22 futbolistas que integrarán la lista definitiva, solo tiene nueve confirmados: Gerónimo Rulli (Real Sociedad), Emanuel Mammana (River), Jonathan Silva (Boca/Sporting de Lisboa), José Luis Gómez (Lanús), Mauricio Martínez (Unión), Giovani Lo Celso (Rosario Central), Leandro Paredes (Empoli), Cristian Espinoza (Huracán) y Ángel Correa (Atlético de Madrid).
El torneo se jugará entre el 3 y el 19 de agosto en las ciudades de Río de Janeiro, Salvador, San Pablo, Brasilia, Manaos y Belo Horizonte, y Argentina enfrentará a Portugal el 4, a Argelia el 7 y a Honduras el 10.