River se metió en los cuartos de final de la Copa Argentina tras superar a Colón en definición por penales por 4-2, tras igualar sin goles en el tiempo reglamentario. El partido se disputó en San Juan ante un estadio colmado y el vencedor espera por Central o Tigre.
El primer tiempo fue equilibrado, con el Millonario con un manejo más armónico del balón, pero sufriendo varios embates de contragolpe de los santafesinos, que se jugaban la vida en busca de una alegría que hace tanto tiempo les es esquiva.
Alario estuvo tres veces cerca del gol y cuando no perdió con Chiarini, perdió con el árbitro Luis Álvarez, quien sobre el cierre del primer tiempo le anuló un tanto por cobrar una inexistente falta contra Funes Mori. Los de Gallardo, que mostraron algunas buenos momentos con Teo y Martínez como principales protagonistas, casi lo abren a los 23, pero Boyé perdió en el mano a mano contra Fatura Broun.
En el complemento, la mayor jerarquía de River se impuso en todo el campo con excepción del lugar más importante: el área rival. Porque monopolizó la pelota, jugó en tres cuartos, pero careció de profundidad y lucidez en el lugar donde se ganan los partidos. Pisculichi y Simeone se sumaron para acompañar a Teo arriba, pero la defensa de Colón se mantuvo sólida, inexpugnable y así no hubo caso... a los penales.
La definición fue para Chiarini, quien contuvo los remates de Callejo y Pavón, para encaminar la victoria, pese al remate malogrado por Teo. River, como ante Ferro en la ronda inicial, pasa una instancia por penales, y, como en el torneo pasado, ante una lesión de Barovero -aquella vez con Chichizola-, encuentra un salvador inesperado. Toda una buena premonición.