Es la renovación total. Como no se daba desde hacía 24 años, cuando la dirigencia encabezada por Antonio Alegre le dejó su lugar a Mauricio Macri. Después, en todos los cambios de mando que vinieron, fue una continuidad del macrismo, primero con Pedro Pompilio y luego con Daniel Angelici. La llegada de Jorge Ameal con Juan Román Riquelme al frente del fútbol provocaron una limpieza que el Mundo Boca había olvidado que existía. Lo más reciente: también cambiarán los integrantes del cuerpo médico del plantel profesional.
Después de las elecciones, primero se confirmó por decantación que no continuaría Gustavo Alfaro, luego perdieron el puesto el DT de Reserva Rolando Schiavi y la mayoría de los de Inferiores y ya se mencionan algunos jugadores que no son del agrado de la nueva conducción, por lo que están buscándose club. "Nadie sabe nada", es la frase más repetida por los empleados del club, sean entrenadores, jugadores, masajistas...
En tanto, en las áreas administrativas la nueva dirigencia se ocupó en uno de los primeros días al frente de desmentir rumores de despidos masivos en el personal de planta, aunque el gerente general Lucas Labbad sí fue dado de baja junto a otros gerentes de peso.
Los doctores es lo más reciente en la búsqueda de Román de renovar todas las áreas de fútbol del club, desde la Primera hasta las Inferiores. De los que cerraron el año con el plantel profesional sólo seguiría Jorge Batista, quien es precisamente la cabeza del CM y se ocupará de sumar otra gente de su confianza, y también Leo Betchakian, un histórico entre los kinesiólogos.
Si bien los cambios incluso llegarían hasta al masajista Diego Rodríguez, quien es muy cercano a los jugadores, lo que hay que aclarar es que los médicos no serían despedidos como ocurrió con los entrenadores de Reserva e Inferiores, sino que los ubicarían en otras áreas deportivas del club.
Casualmente en 1995 había ocurrido una renovación similar, aunque en esa oportunidad por decisión de Carlos Bilardo, quien fue el primer entrenador elegido por Macri, llegó con el doctor Raúl Madero y limpió a todo el cuerpo médico anterior, salvo por el mismo Batista, a quien Madero conocía del hospital Rivadavia.
Por lo pronto, el viernes el plantel dirigido por Miguel Russo y el de Reserva con Sebastián Battaglia volverán a los entrenamientos en Casa Amarilla. Con unos cuantos cambios.