Después de dos semanas de especulaciones y rumores, Juan Román Riquelme confirmó que no continuará vistiendo la camiseta de Argentinos Juniors y dejó abierta la posibilidad de abandonar el fútbol, si no recibe una oferta de un club que lo seduzca.
"Me siento a mano con Argentinos. Había firmado por 18 meses y me había comprometido a quedarme todo el año a jugar en la B Nacional si en los primeros meses no ascendíamos. Tuve la posibilidad de devolverle al club algo de lo que me había dado y hoy me siento increíble, estoy de maravillas, disfrutando de cada momento. A partir de ahora miraré a Argentinos por televisión", sostuvo el enganche, en declaraciones realizadas en ESPN.
Además, Riquelme se encargó de aclarar que su decisión no tuvo relación con diferencias con el director técnico de Argentinos, Néstor Gorosito, ni con algún integrante de su cuerpo técnico, tal como se había rumoreado estos días. "No tuve problemas con nadie, disfruté de tener a (Claudio) Borghi y a Gorosito como entrenadores. Acá hablar es gratis, no me interesa salir a aclarar cosas todos los días", disparó.
En cuanto a su futuro, Román afirmó: "Tengo 36 años. Si aparece algún equipo que me entusiasme, intentaré seguir jugando. Si no, miraré fútbol por televisión". De todas maneras, fue enfático al señalar que entre sus opciones no baraja la chance de vestirse nuevamente de azul y amarillo. "No sueño con volver a Boca, ya cumplí. El último partido contra Lanús en el torneo pasado fue de maravilla. Yo pienso mucho y cuando tomo una decisión, estoy muy seguro de lo que hago", sostuvo.
El Diez explicó que la convicción de no regresar al club de la ribera no se verá alterada por las muestras de afecto de los hinchas, aunque se mostró conmovido por ese cariño. "No sé por qué la gente me quiere tanto. Hace tres días me pusieron un pasacalle frente a mi casa para que vuelva. Boca es parte de mi vida y no lo digo porque me quiera hacer el canchero". Y agregó: "El día que algún jugador gane más de tres Libertadores, será el dueño de la camiseta número diez; el día que algún jugador juegue más de 206 partidos en la Bombonera, será el patio de su casa. Mientras tanto, es mío".