Aquel entrenamiento de sábado había presagiado lo peor. Ricardo Centurión lo terminaba en el piso, con una lesión de rodilla que encendió las alarmas de Boca. El diagnóstico de esguince de grado dos del ligamento colateral medial indicaba que iba a estar fuera de las canchas por, al menos, seis semanas. Sin embargo, el panorama cambió para bien, y el Guillermo Barros Schelotto lo celebra.
Desde el momento de la lesión, el 10 solo mostró señales positivas de recuperación y desde el cuerpo técnico empezaron a soñar con un regreso prematuro. Hoy, a menos de cuatro semanas del esguince, Centurión se entrenó con normalidad y si el Mellizo lo ve bien lo llevará a La Plata para que esté en el banco de suplentes en el duelo del sábado ante Estudiantes.
La idea es que sume algunos minutos este fin de semana, pero de su evolución en estos días dependerá la resolución final. Lo seguro es que si no sufre ningún retroceso estará en el superclásico del 14 de mayo ante River en la Bombonera, la fecha que todos tienen resaltada en el almanaque desde principios de año.