La Comisión Médica de la AFA mantendrá hoy una segunda y decisiva reunión con los representantes de todos los clubes del fútbol argentino de manera virtual, a partir de las 16, con el objetivo de cerrar el armado de los protocolos que contendrá la vuelta a la actividad que, según la intención mayoritaria de las instituciones, se pretende concretar, en lo que a entrenamientos se refiere, en la primera quincena de agosto.
La idea de la dirigencia, "si no ocurre una catástrofe antes", según avisó el secretario ejecutivo de AFA, Nicolás Russo, "es que los entrenamientos vuelvan entre el 5 y 13 de septiembre, y las competencias en septiembre".
A ello se sumó un pedido del presidente de Racing Club, Víctor Blanco, quien solicitó que ante cualquier decisión de retorno a las prácticas, "a los clubes que juegan Copas se les permita hacerlo 15 días antes". Su equipo, Boca, River, Defensa y Justicia y Tigre juegan Libertadores.
Para apurar el paso después de que termine esta fase de la cuarentena por la pandemia de coronavirus el próximo viernes 17 del corriente, los dirigentes ya bosquejaron inclusive algunos formatos de competencia, aunque en ese retorno a la actividad el ascenso no está contemplado en su totalidad.
Para la flamante Liga Profesional, que aún no vio la luz, las dos ideas primigenias son las siguientes: en primer término, dividir a los 24 equipos en cuatro zonas de seis componentes, clasificándose los dos primeros de cada una de ellas a cuartos de final, y de allí su evolución hasta la final.
El otro, con menos claridad en cuanto a su definición, habla de tres zonas de ocho integrantes. En ambos casos, el campeón será el que ocupará el lugar en la Copa Libertadores que hubiese sido para quien ganara la trunca y ya desaparecida Copa de la Superliga.
El gran problema y por ahora un obstáculo inaccesible para gran parte de los clubes del ascenso es como volver con los protocolos a cuestas, ya que te testear a un plantel completo, algo que será obviamente obligatorio, costará 6.000 dólares mensuales, y si a esto se suma que se jugará sin público, con las pérdidas que suponen abrir un estadio y no contar con ingresos por ventas de entradas, la situación se agrava aún más.
Y como el ministro de Salud, Ginés González García, ya advirtió que la idea es que el fútbol vuelva "cuando todas las categorías puedan hacerlo", el panorama no surge muy alentador que digamos. "Aunque estemos en desventaja por falta de entrenamientos, sería una locura renunciar a seguir compitiendo en la Copa Libertadores", sostuvo el presidente de Defensa y Justicia, José Lemme. Por eso todo sigue inmerso en la confusión y la salida no parece tan cercana como se cree.