En el inicio de una nueva jornada de la Fase de Grupos de la Champions League, la mayoría de las miradas estaban depositadas en el Santiago Bernabéu. En dicho mítico estadio se veían las caras dos de los mejores equipos de la actualidad, y, por ende máximos, candidatos a quedarse con la Champions League: Real Madrid recibía al otro líder del Grupo A, Paris Saint Germain.
La paridad entre estos dos grandes protagonistas ya había sido marcada en el partido de Ida entre ellos, el cual lo habían igualado sin goles. Y así se dio el juego en España también, aunque los locales fueron sorprendidos por un elenco parisino que no se achicó y salió con todo a incomodar al Merengue, liderados nada más ni nada menos que por un Ángel Di María que regresaba por primera vez a su ex casa.
Pero la fortuna no estaba de su lado (así como tampoco la puntería, ya que fallaron una considerable cantidad de ocasiones de riesgo) y el dueño de casa fue quien se encontró con el gol de manera cómica. Fue pasada la media hora de juego cuando un desafortunado rebote terminó en los pies del recién ingresado Nacho (reemplazó al lesionado Marcelo) y terminó mandando el balón al fondo de la red.
Ya en el complemento, el Real creció un poco más y no fue tan dominado; aunque tampoco logró justificar la victoria parcial. Por su parte, el PSG ya no contaba con el mismo ritmo y se mostraba muy dependiente de un Fideo que se había convertido en el alma y guía del equipo. De hecho, fue el propio argentino quien tuvo en sus pies la posibilidad de emparejar el juego cuando ejecutó un gran tiro libre a dos minutos del final que hizo temblar el travesaño.
Lo cierto es que el Madrid se quedó con el triunfo que le permitió ya asegurar su clasificación a los Octavos de Final y quedar como líderes de su zona (condición que deberán confirmar en las últimas dos fechas para así asegurarse enfrentar luego a un rival más accesible), aunque deberán trabajar en la pálida imagen que dejaron ante su gente con un Cristiano Ronaldo ausente sin aviso.