Roger Federer no pudo repetir el buen arranque de 2015. Hace un año, el suizo se había quedado con el título del ATP 250 de Brisbane, Australia, pero en esta oportunidad cayó en la final ante Milos Raonic, justamente a quien venció 12 meses atrás. El canadiense se impuso por un doble 6-4 en una hora y 27 minutos de juego y vengó la derrota de la última edición. "No puedo imaginar un mejor comienzo de temporada", dijo el 14° del ranking ATP, que consiguió su segunda victoria en 11 enfrentamientos ante el actual 3 del mundo.
El inicio del partido fue parejo y se mantuvo sin quiebres hasta el 5-4 cuando Raonic aprovechó la oportunidad justa para definir el set. En el segundo parcial, Federer tuvo chances de quebrar pero no logró hacerlo. En el séptimo juego, fue el canadiense el que se quedó con el punto de saque rival y luego lo cerró nuevamente por 6-4. Así, el jugador de 25 años obtuvo, de manos del legendario Rod Laver, su octavo trofeo ATP de su carrera.
"He tenido un gran apoyo los últimos tres años aquí. Pero Milos ha hecho un gran comienzo de año. Jugó muy bien la final y mereció ganar", dijo Roger ante el público de Brisbane. Además, el suizo reconoció que tuvo algunos problemas en la semana: "Estuve un poco enfermo, pero aún así llegué a la final". Igual esto no le impediría comenzar en Melboune con la última semana de entrenamiento antes del Abierto de Australia, el primer Grand Slam del año.