El español Rafael Nadal perdió la medalla de bronce frente al japonés Kei Nishikori en el singles del tenis olímpico en Río, la segunda y última medalla a la que optaba tras haber ganado ya el oro en dobles junto con Marc López.
Nadal, que venía de caer en una batalla épica contra Juan Martín Del Potro en semifinales, perdió con Nishikori por 6-2, 6-7 (1) y 6-3, en otro partido de casi tres horas que casi consiguió remontar tras entregar el primer set e ir abajo por 5-2 en el segundo set.
Nadal, recién recuperado de una lesión de muñeca, pagó tributo al ritmo endemoniado de juego de la última semana. El español no encontró la fórmula contra su rival, número siete del mundo, sobre la cancha del complejo de tenis de Barra da Tijuca y perdió el primer parcial en 43 minutos.
El segundo set también arrancó mejor para Nishikori, que sacudía la raqueta con potencia frente al agotado Nadal. El asiático consiguió su segundo break para poner el marcador en 5-2 e intentar asegurar con su saque la medalla de bronce.
Pero Nadal todavía estaba dispuesto a dar la batalla. El español desperdició dos bolas de quiebre, pero tiró una vez más de pundonor, corriendo de lado a lado, para forzar un error del japonés y devolverle el break para el 5-3.
A la espera aún de su mejor tenis, pero con el espíritu luchador intacto, el jugador natural de Mallorca conservó luego su saque y volvió a romper el servicio a su rival para poner el 5-5 y forzar un game más.
Después de defender con dificultades su servicio, ganado sólo cuando una dejada de Nishikori se quedó en la red, Nadal no pudo romper por tercera vez pero sí colocar las tablas en los sets tras ganar el tie-break.
El tercer parcial fue más de lo mismo: un duelo entre los proyectiles certeros del japonés con la garra de Nadal para luchar hasta por los puntos casi imposibles.
Nishikori, que entró a la cancha celebrado por el público local pero fue abucheado por darle un pelotazo a su rival en un punto, decidió el duelo a su favor con un break para ponerse delante 3-1 y esta vez ya no desperdició la ventaja.
Nadal ya se había proclamado una vez campeón olímpico, ocho años atrás en los Juegos de Pekín. Pese a que estaba fuera de ritmo por haber estado dos meses parado por lesión, el español quería competir en Río con los colores de su país por considerar a los Juegos como "una oportunidad única".
Además de jugar el dobles hasta la final, el exnúmero uno del mundo se había desfondado el sábado durante tres horas frente a Del Potro en otra batalla extenuante que esta vez no le alcanzó para dejar el campo victorioso.
"Creo que puedo decir que me he dejado hasta la última gota de energía que tenía para intentar dar otra medalla, a mí y a España", expresó tras el partido con Del Potro el ganador de 14 Grand Slams.