Se puede decir que Tomás Sonnaillón está viviendo un momento único en su carrera deportiva. Si bien todavía no debutó en el primer equipo de Boca Juniors en la Liga Nacional de Básquet, el joven surgido de Ciclista de Paraná está en el club de sus amores a la espera de una oportunidad única.
El paranaense, que es una de las figuras del Xeneize en la Liga Desarrollo, ya compartió varios viajes con los jugadores de la mayor en un equipo armado para ser protagonista.
Hace pocos días firmó planilla en el partido que jugaron ante Unión en Santa Fe. Pese a la ajustada derrota, el escolta/alero sumó más experiencia y espera con ansias ese llamado para tener sus primeros minutos en cancha.
"Me imagino tener muchos nervios antes de entrar, pero quiero jugar para sacarme ese peso. Después hacer lo que siempre hice, mi fuerte es la defensa y cumplir con las expectativas del entrenador (Carlos Duro) así puede confiar más en mi", expresó.
En el duelo ante el juvenil de 19 años tuvo el apoyo de sus seres queridos: "Fueron mis amigos, mi familia y fue un lindo momento volver a verlos".
Tomás se destacó jugando en el CCP y en un momento, cuando estaba terminando el secundario, sintió la necesidad de cambiar de ámbito. Así fue que se contactó con Juan Pablo Fernández, entrenador de los seleccionados juveniles y ligados a Boca, para tener una chance.
"Fue en marzo de 2022, le pedí hacer unas pruebas y él ya me tenía visto de una preselección argentina. En una semana quedé, era mi último año de escuela, estaba pensando en irme a Bariloche y al mes estaba en otra ciudad vistiendo la camiseta del club de mis amores", afirmó.
Estar en el Xeneize es tocar el cielo con las manos para Tomás Sonnaillón.
"Voy al club, miro el escudo y La Bombonera detrás, y todavía no caigo en dónde estoy. Sigo pensando 'che loco qué raro todo esto'. Nunca imaginé que mi futuro iba a estar en Buenos Aires", dijo.
"Trato de aprender todos los días para poder cumplir el sueño de ser jugador profesional. Además le estoy metiendo al estudio (Abogacía), así que por esas dos vías pasa mi vida. El estudio me ayuda a poder alejarme un poco del ambiente del básquet, no ver siempre las mismas caras, me hace bien estar en otro grupo y eso me ayuda a mi salud mental", agregó.
El paranaense, que en diciembre salió campeón de la U19 con Boca tras vencer a River, suma minutos en la Liga Desarrollo, donde después de ganar siete partidos seguidos perdieron ante Independiente de Oliva. En cuanto a su experiencia en el equipo principal, Tomás compartió viajes que con varios pesos pesados del Xeneize como Leonardo Mainoldi, Marcos Mata, José Vildoza y el entrerriano Sebastián Vega, entre otros.
"La verdad es que me recibieron muy bien, diez puntos podría decir. Siempre recalco la predisposición que tienen y están siempre pensando en unir al grupo. En el colectivo nos quedamos charlando con todos y es un grupo muy lindo", manifestó.
Por último, el ex-Ciclista analizó el nivel que encontró en la Liga Nacional.
"Dentro de lo poco que vi, creo que hay un nivel alto y muy rápido. Cuando estaba en Ciclista veía partidos y me encontré con un roce físico totalmente diferente. En mi club era el jugador más alto (mide 1,94 metros), pero en la Liga Nacional hay chicos de 2,10 metros. El juego cambia totalmente y me tengo que acostumbrar a jugar en otra posición. Creo que hay un nivel muy bueno, Quimsa y Olímpico están muy bien, Boca pasó por un momento de bajón pero tiene un gran equipo, con mucha jerarquía", finalizó.
(UNO Entre Ríos)