Cuando Claudio Paul Spinelli se marchó desde el Génoa de Italia al FK Oleksandria de Ucrania nunca imaginó que terminaría caminando hacia la frontera con el objetivo de escaparse de un conflicto bélico. El delantero argentino logró huir del violento momento que se está viviendo en ese país tras el ataque ruso y con más tranquilidad desde París relató en primera persona toda la experiencia que tuvo que realizar para poder estar sano y salvo junto a su pareja en Francia.
"Es difícil la situación que se vivió, pero más relajado. De a poco con los días me voy relajando más. Fue muy estresante todo lo que se vivió", reconoció el futbolista en una entrevista con Radio La Red (AM 910). "El reencuentro con mi mujer fue la motivación que yo tenía en la caminata esa que fue una locura. Fue un abrazo que necesitaba. Es una experiencia que ojalá no viva nunca más en mi vida. No se la deseo a nadie. Nunca me imaginé estar en esta situación. Gracias a Dios pude salir y hay mucha gente que no pudo, eso me tiene mal", dijo sobre los 20 kilómetros que debió caminar para arribar hasta la frontera con Polonia.
La desesperación que existe en los pasos fronterizos es una de las imágenes más repetidas con una multitud de persona esperando poder escaparse de la guerra. "Está demasiado colapsado todo lo que son las fronteras. Demasiado mal organizado. Había mucha gente de muchos países, era imposible salir. Estaba resignado totalmente. Me salvó una chica, que no sé cómo, yo ya había decidido que tenía que dormir en la calle. Estaba con otro chico que no sabía qué hacer", especificó Claudio.
Además, no se olvidó de la ayuda que le intentó de dar Marceloa Méndez, técnico de la selección argentina de vóley y del Asseco Resovia SA de Polonia: "Hablé con él, le agradecí la actitud que tenía de ayudarme pero era muy difícil. A mi me salva una chica polaca la verdad. La frontera la tenías que pasar sí o sí con el auto. Estaba tan colapsada la frontera que solamente pasaban nenes y mujeres. Después había gente de África, de India, todos los extranjeros que te podes imaginar que hay en un país. Creo que es muy probable que sigan estando ahí. Lo peor es que ayer nevó".
El equipo donde juega hizo lo que pudo para asistirlos en medio del caos nacional. "Nos llevó el club hasta una ciudad. De ahí, con el otro chico, nos llevan a una frontera con un auto de una persona de ahí, el tío de un jugador compañero mío. En la cola en auto podías estar dos o tres días. Era de 40 kilómetros. Los autos no avanzaban. Fue una locura. Yo ya había agarrado valijas. En el momento de la desesperación, ¿uno qué hace? Agarra lo que más puede para poder salir de esto. Es lo único que podés llegar a razonar. Hoy te diría que tenés que agarrar lo menos posible", agregó sobre la desesperación que sintió.
Por otro lado, agradeció que su esposa no regresó a Ucrania en el momento que Rusia lanzó el primer ataque. "Un día antes no sabia si traerla a mi mujer o no. Ella justo vuela y cuando pasó todo esto de las bombas, ella estaba aterrizando en París. Estuvo a horas de aterrizar en Kiev. Si aterriza en Kiev, sigo ahí, estoy totalmente convencido. Nos salvamos por horas. Por un tema de logística y del colapso total que es el país, es muy difícil entrar a Kiev en estos momentos", reconoció Spinelli.
Claudio también mostró su dolor por la situación que viven sus compañeros del plantel. "Sé que fui muy afortunado. Yo vi gente que no la pasó bien, que seguramente no la va a pasar bien. Recién me estaba comunicando con chicos del club que tiene familias en Mariúpol que es una de las mas afectadas, ellos están en Kiev. No pueden ni salir de Kiev para ir con su familia. Ni hablar de los extranjeros que están tirados en la frontera", agregó al respecto.
El ex Tigre y Argentinos Juniors explicó que sería "dar una respuesta demasiado pronto" a la hora de hablar de un regreso a Ucrania en un futuro próximo y comentó una vez más la pesadilla que tuvo que vivir. "Allá dejé muchas cosas, hasta un auto. Pero la verdad que en estos momentos es lo de menos. Uno aprende. Dios me mostró un montón de cosas en este desafío que fue el mas grande de mi vida. Caminar 25 kilómetros es lo más fácil que hay a comparación de lo otro. Con el otro chico nos mirábamos y no podíamos creer lo que estábamos viviendo. Muchas cosas feas se ven ahí en la frontera", añadió el delantero.
Y concluyó con el pedido de ayuda para otro colega argentino que está viviendo una situación difícil porque su familia quedó en la zona de conflicto: "Gracias a Dios lo puedo contar. Pido por favor por el otro chico que está la familia en Kiev, que ojalá lo puedan ayudar porque es algo desesperante lo que está viviendo. Poblete. La familia está en Ucrania. Ponete en el lugar de él, tenés a tu familia en Ucrania por todo lo que estás viendo por los videos te volvés loco. Ojalá que lo puedan ayudar de alguna manera".