Fuera de la pelea por el título desde hace varias fechas, a Mariano Werner y Peugeot sólo le quedaban como objetivo volver a la victoria, ya que hacía más de un año que no subían al escalón más alto del podio. Y las circunstancias se conjugaron para que ello ocurra en San Nicolás, donde el equipo que comanda Ulises Armelini tiene su taller. Una gran felicidad luego de una seguidilla de sinsabores.
Fue un desahogo tremendo, Lo necesitaba porque parecíamos meados por un elefante", afirmó quién ganó la Carrera Clasificatoria y la Final de punta a punta.
"Agradecido por darle a Peugeot un gran resultado y volvimos a donde queremos estar, que es lo más alto del podio. Tuve un gran auto, dependimos de nosotros mismos. Giramos en tres décimas en toda la carrera y eso es excelente", añadió Werner, que sumó su octavo triunfo en el Súper TC2000.