Matías Almeyda fue uno de los primeros que se acercó a Ezequiel Cirigliano luego de que el joven futbolista fuera detenido en agosto pasado por un confuso episodio en el que llevaba un arma. El ex entrenador de River se vio casi como en un espejo: entendió que el mediocampista de 30 años estaba atravesando una severa depresión y que necesitaba ayuda.
Desde el día en que Cirigliano fue arrestado, el Pelado, que actualmente dirige al AEK de Atenas en Grecia, se puso a su disposición. También se mantuvo en contacto de manera constante con la madre del jugador al que dirigió en River en la campaña del ascenso a Primera, allá por 2011/2012.
En una entrevista con Radio La Red, Almeyda habló a corazón abierto de la depresión en el fútbol y del tabú que aún persiste para abordar las cuestiones de salud mental en la disciplina.
Sobre su experiencia personal, contó: "Voy a cumplir 49 años, esto lo empecé a hablar cuando tenía 28 o 29 y pasaba por un loco. Sufrí en carne propia la depresión, el desarraigo de irme muy chico de la casa de mis padres, del cambio de los futbolistas de la nada al todo y del todo a la nada, del saludo diferente porque pateás mal la pelota. Son cosas que te van marcando y nadie se fija en esto".
Y agregó: "En 2012 saqué una biografía y explicaba lo que había sentido yo. Muchos me decían que no tenía que hablar de eso, que no me iban a querer en el fútbol". La depresión existe, es una enfermedad. En el fútbol hemos sacado banderas por el cáncer o por la dicriminación y este tema nadie lo toca ¿Por qué? Hay gente que se ha quitado la vida después de jugar al fútbol porque se quedan solos".
A su vez, en relación a su ayuda a Cirigliano, manifestó: "Hace dos meses que estoy detrás de él a la distancia para ver de qué manera puedo ayudar, de contener la situación, de esperar que salga y se defina esto para poder internarlo porque está enfermo".
En cuanto a la forma de abordar la situación, dijo: "Que (Cirigliano) se interne, que se cure. No puede estar encerrado (en la cárcel), es una locura ¿Qué pasa si le pasa algo en estos días? Cuidemos a las personas". Y continuó: "Está en una depresión muy grande él. (Cuando lo detuvieron) la idea era quitarse la vida. Se sabe que no quiso robar y que no disparó, está comprobado. Hay que tomar cartas en el asunto rápido. Hace dos meses que está así: en un lugar para siete con 14 pibes".