"Tenemos que ser muy cuidadosos, pero muy cuidadosos. No es un problema centralmente de los clubes, que seguramente tengan sus intereses. El fútbol es un negocio porque mueve dinero, la televisión, todo eso lo entiendo. Pero hay que ponerse en la cabeza y el cuerpo del jugador que tiene que volver a su casa y vivir con sus padres con esos miedos encima", razonó el Presidente en diálogo con Radio con Vos.
Para argumentar su postura, Fernández evocó una charla que mantuvo con el DT de River Plate, Marcelo Gallardo, a quien definió como "una persona honorable, con una cabeza distinta en el fútbol".
"Le pregunté por qué River se había opuesto tan tempranamente (no se presentó a jugar con Atlético Tucumán en la fecha previa a la suspensión de los torneos) siendo que un partido de fútbol, sin no tiene público, son 22 personas que juegan al aire libre en un campo de 10 mil metros cuadrados. ¿Cuál es el riesgo?", interrogó.
"Y me contestó que el plantel de River, en su gran mayoría, es de chicos muy chicos, jóvenes que viven con sus padres en barrios del Gran Buenos Aires y la única preocupación que tienen es que si se llegan a contagiar, pueden contagiar a sus padres. Son ellos los que no quieren arriesgar y tienen razón", reveló.
"Entonces me pregunto: a ese chico que siente eso, ¿tenemos que exigirle que vaya a jugar un partido de fútbol en el epicentro de la pandemia? Porque ahora el epicentro está en América del Sur", continuó.
Finalmente, no quiso ahondar sobre la posibilidad de que los equipos argentinos jueguen partidos en Brasil cuando se reinicie la Copa Libertadores a partir del 15 de septiembre, como determinó la Confederación Sudamericana de Fútbol (Conmebol).
"Tenemos que entender que estamos en una pandemia y que al cruzar la frontera hay que ver la cantidad de focos de infección que existen, por ejemplo en Brasil. Hay que verlo con los números, no quiero hablar más para no molestar a nadie", concluyó.