Tiene todos los condimentos para parecerse a una novela tragicómica que a una negociación entre dos clubes. Banfield e Independiente disputan los intereses creados alrededor del 'amor' de los pases de Gustavo Toledo y Nicolás Tagliafico. Desde hace varios días, ambos clubes discuten detalles para llegar a un acuerdo que está cada vez más dilatado.
La semana anterior, con la situación contractual de Toledo ya definida, había estallado una batalla entre clubes por el 15% que le corresponde a Tagliafico y una deuda con el lateral izquierdo. Cuando parecía todo estancado, se llegó a un acuerdo que guió a ambos futbolistas a la revisión médica. Primero fue el carrilero derecho el que superó los chequeos y luego Tagliafico, quien ayer concurrió a la clínica y dio el apto físico.
Hoy a las 16 estaban los dos futbolistas del Taladro citados en la Sede de Camioneros, cercana a la Estación Constitución, para darle el final feliz a la novela. Pero a último momento se generaron asperezas entre los directivos de peso de ambos lados que obligaron a los jugadores a guardar la lapicera que ya tenían en la mano para ponerle el gancho al vínculo por cuatro años.
Con Hugo Moyano y Yoyo Maldonado en Camioneros, los dos dirigentes de mayor autoridad de los de Avellaneda, Eduardo Spinosa, pope de Banfield, no se hizo presente y colocó nuevas condiciones para llegar a un trato de manera telefónica. Eso hizo estallar a los directivos que estancaron todo y amenazaron con no continuar adelante con la negociación.
Por estas horas, el arribo de Tagliafico y Toledo está completamente frenado por ciertas cláusulas de último momento que intentaron colocar desde el "Taladro". El conflicto del 2% de los impuestos de la transacción inició un camino que se completó con una exigencia de 4 millones de dólares para Banfield si los jugadores quedan libres y la bendición de dicho club a la hora de realizar la venta de uno de los dos futbolistas.
"No quedamos en nada con los dirigentes de Banfield. Son poco serios. A los jugadores se los notaba muy preocupados y apenados por la situación. Nosotros hasta acá llegamos. Nos duele por los chicos porque estaban muy ilusionados en llegar", afirmó Maldonado apenas culminó la reunión, poniéndole punto final a la situación. Aunque segundos después, con un poco menos de tensión, atenuó su mirada: "Seguramente creemos que va a tener solución".