Marcelo Gallardo está molesto. El tema es el campo de juego del estadio Monumental. Los dos recitales que dio sábado y domingo Romeo Santos, y la posterior lluvia de los días siguientes, desmejoraron mucho la cancha. Y River juega mañana de local por la Copa Libertadores.
Si bien en el club están trabajando contrareloj para mejorar el estado del césped, solamente queda un día. Y Gallardo sabe que la cancha no estará bien para el partido contra Tigres de México.
Los jugadores ya habían pedido que el campo de juego estuviera en buenas condiciones para que el equipo pudiera jugar bien al fútbol. Parece que mañana no será así.
"Me preocupa el estado del campo de juego y que haya recitales, pero tengo entendido que no es un recital muy power. Tal vez, se arrastren más los pies, si tienen que bailar, y no van a estar a los saltos en el campo de juego, que está bastante sufrido.Tampoco sé si levantará la voz, y que eso genere un pogo. Por ese lado, estoy más tranquilo", había declarado, la semana pasada, Gallardo en conferencia de prensa.
Además, el Muñeco había sido claro en la importancia de que esto no llegase a este estado crítico: "El año pasado fue tan bueno y nos permitió realizar un juego más fluido. Este año nos encontramos con una situación más compleja".