Boca Juniors porque ganó los dos campeonatos de la Liga Profesional (LPF); Racing Club con el "salvador" Trofeo de Campeones; Patronato por la obtención de la Copa Argentina en forma simultánea con su descenso, y los equipos cordobeses que fueron desde un Talleres llegando a cuartos de final de Libertadores hasta los dos ascensos a primera de Belgrano e Instituto, se adueñaron con su protagonismo del escenario mayor del fútbol nacional a lo largo de 2022.
Y en el cierre del año, el alejamiento de Marcelo Gallardo después de más de ocho años de conducción exitosa como director técnico de River Plate, terminaron de formatear una temporada en la que el nivel del fútbol local fue de regular para bajo, algo que al salir allende las fronteras argentinas, quedó de manifiesto por las pobres performances de los representantes autóctonos en las Copas Libertadores y Sudamericanas.
En la Libertadores, el que más lejos llegó, bien que a los "ponchazos", fue Vélez Sarsfield, que accedió a semifinales tras avanzar por una "llave argentina" que incluyó justamente a Talleres, y en esa instancia fue vapuleado por el futuro campeón, Flamengo, de Brasil (en el primer cotejo en Liniers los cariocas sellaron la serie al imponerse por 4 a 0).
Pero si en la Libertadores los seis representantes argentinos (Boca, River, Estudiantes, Colón, Talleres y Vélez) por lo menos lograron superar la fase de grupos (clasificaban dos por zona a octavos), no ocurrió lo mismo con la Sudamericana, donde solamente Lanús y Unión lograron superar esa instancia.
Sin embargo, a favor de Racing, Independiente, Banfield y Defensa y Justicia, que quedaron en el camino de arranque nomás, puede servir, en algunos casos, no todos, como tibio atenuante, que los que pasaban de fase eran solamente los primeros de cada grupo.
Pero los dos que lo hicieron, se quedaron inmediatamente en octavos, ya que Unión y Lanús fueron eliminados respectivamente en esa instancia por Nacional, de Montevideo y el futuro campeón, Independiente del Valle, de Ecuador.
Y en ese mencionado como "tibio atenuante" no entra Racing, que tenía la clasificación en el bolsillo a octavos con solo empatar como local ante el eliminado River, de Montevideo, y terminó perdiendo.
Después iba a seguir sufriendo frustraciones la "Academia" hasta la definición del segundo certamen del año de la LPF en que en un mano a mano con Boca terminó, malogrando la chance de alcanzar el título en Avellaneda malogrando un penal que lo hubiera consagrado tras una polémica en plena cancha entre algunos jugadores que aspiraban a ejecutarlo y otros que no quisieron hacerlo. Esto último terminó "condenando" al goleador Enzo Copetti ante sus propios hinchas.
El premio que desde Avellaneda fue considerado como "reivindicatorio" y desde otros lugares futboleros como "consuelo", llegó con la definición por el Trofeo de Campeones ante Boca Juniors, en San Luis, al cabo de un partido "caliente" que no terminó en el tiempo regular, ya que cuando Racing ganaba 2 a 1 el conjunto "xeneize" se quedó con seis jugadores por sufrir cinco expulsiones y reglamentariamente no pudo seguir jugando.
Claro que esto no empañó el buen año de Boca en cuanto a logros en el ámbito local (también se consagró en el campeonato femenino), luego de cosechar con técnicos del riñón del club como Sebastián Battaglia primero y Hugo Ibarra después, la Copa de la Liga Profesional y el campeonato de la LPF, respectivamente.
Lo que en cambio le magulló un poco esa impecable carrocería que lució en el ámbito doméstico al equipo de la Ribera fue la eliminación en Copa Argentina a manos de Patronato del ya renunciado entrenador Facundo Sava.
Lo del equipo de Paraná fue muy meritorio, ya que no solamente dejó por el camino a Boca sino que también lo hizo con River, que así terminó la última temporada con Gallardo (reemplazado por Martín Demichelis) sin festejar ningún título.
Los entrerrianos se adjudicaron la Copa Argentina al vencer en la final a Talleres, pero mientras que en esa instancia pudieron celebrar, la otra cara de la moneda la veían en la LPF, ya que descendieron a la Primera Nacional, aunque no por el último campeonato en el que terminaron décimos, sino por las magras cosechas de puntos acarreadas en las dos temporada anteriores. Por contrapartida, van a jugar su primera Copa Libertadores en 2023.
Y justamente Talleres, que perdió esa final pero exhibió otra vez su protagonismo en el año, abre la puerta al resumen del gran año del fútbol cordobés, que además de los mencionados ascensos de Belgrano e Instituto, los únicos dos que por otra parte otorgaba la Primera Nacional, sumó la llegada a esta última categoría del Racing de Nueva Italia, campeón del Federal A que atrapó esa solitaria plaza que entregó un torneo que contó con 34 participantes.
Lo que viene en lo inmediato para el fútbol argentino, más allá de los certámenes locales, que seguirán el año que viene igual que hasta ahora, aunque con orden invertido (irá el campeonato de la LPF primero y la Copa de la Liga después), serán en el primer semestre del año nuevamente las Copas Libertadores y Sudamericana.
Para la Libertadores se clasificaron Boca Juniors, Racing Club, Patronato, River Plate y Argentinos Juniors directamente a fase de grupos y Huracán al repechaje.
Y los seis que competirán en la Sudamericana serán Gimnasia y Esgrima La Plata, Defensa y Justicia, Tigre, Newell's Old Boys (volvió al club como técnico Gabriel Heinze), Estudiantes de La Plata y San Lorenzo.
El futuro del fútbol argentino, ahora más que otras veces, está más atado a su presente que a su pasado. Pero su capacidad de resiliencia siempre abre puertas a la esperanza.