Oriunda de Santa Cruz de la Sierra, Bolivia, Majo es una de las mejores deportistas latinoamericanas de la especialidad y venía de lograr la presea de bronce en Guadalajara 2011, con apenas 18 años. La particularidad es que en ese entonces celebró con la bandera boliviana; y hoy, con la argentina.
Nacionalizada en 2013, Vargas llegó a Toronto como una garantía. Su andar rumbo a la final fue firme, con solo una caída en seis presentaciones. En la fase de grupos venció a la colombiana María Paz Muñoz (2-1) en el debut; luego, a la chilena Ángela Grisar por abandono; y en el último cruce perdió el invicto ante la canadiense Frederique Lambert (0-2).
En octavos de final venció a la venezolana Mariana Paredes (2-0); en cuartos, a la mexicana Samantha Salas (2-0); y en semis a la también venezolana María Sotomayor (2-0). Así fue su andar hasta la gran cita de la final, donde la mexicana Longoria revalidó los lauros de Guadalajara 2011.