Nueva Chicago perdía 1 a 0, pero reaccionó a tiempo y, aunque sufrió sobre el final, el equipo de Timpani, con goles de Facundo Pumpido y Marcelo Cardozo, le ganó 2 a 1 a Estudiantes de San Luis, que se había puesto en ventaja con el tanto de Leonel Felice.
La tarde comenzó algo complicada para el Torito, porque el Albiverde se puso rápidamente arriba en el marcador. Leonel Felice aprovechó una dubitativa reacción de Marques Semeao, que dudo entre salir o quedarse en un tiro de esquina y el delantero facturó.
Aunque después del golpe, Chicago empezó a tomar protagonismo en el encuentro. Con un Matías Vera intratable en el mediocampo, el Torito hacía circular el balón y aprovechaba las características de buen pie de Alexis Vázquez y Nicolás Rizzo.
Y por esa fue que llegó a la igualdad. Gonzalo Vivas, en el área, capturó un centro desde el sector izquierdo, enganchó hacia adentro, dos defensores pasaron de largo y envió un centro atrás que fue conectado por Facundo Pumpido, que no falló y puso la parda.
En el complemento el equipo de Timpani arrancó con todo. Casi desde el vestuario, el equipo de Mataderos volvió a golpear. Marcelo Cardozo, otro de los puntos altos, conectó un centro tras un tiro libre y puso arriba a Chicago.
Con la ventaja, parecía que el conjunto de Damián Timpani iba a aprovechar la desesperación de Estudiantes de San Luis. Pero no fue así. Chicago sufrió más de la cuenta y el Albiverde tranquilamente lo pudo haber empatado con tres jugadas claras.
Una de ellas un cabezazo que sacó en la línea Matías Vera, la otra, una mala salida de Marques Semeao, que increíblemente Ramón Guaymas no dio ley de ventaja y anuló el gol de Moreira Aldana. Y la tercera fue tras el yerro del árbitro. Israel Roldán ejecutó el tiro libre que pitó Guaymas, la pelota dio en el pelo y Jeison Murillo no pudo conectar el balón.
Chicago terminó sufriendo en un partido que tenía controlado. En el tramo final del encuentro se metió atrás y pudo haberlo pagado caro. Como positivo, elenco de Mataderos puede rescatar el promedio de gol, mientras que lo negativo siguen siendo las llegadas aéreas, ya que cada pelota parada es más que un dolor de cabeza.