Ángel Di María no tuvo una buena tarde en la visita de Juventus a Monza, en el marco de la séptima fecha de la Serie A de Italia. El rosarino no tuvo un buen desempeño y a los 40 minutos del primer tiempo vio la roja y dejó a su equipo con diez jugadores cuando el partido estaba empatado 0 a 0.
Juventus, que no estaba cómodo en su visita a Monza, no tuvo un gran aporte en ataque del rosarino que tuvo poca participación en el equipo. Y cuando se consumía la primera mitad, Di María recibió una pelota en la mitad de la cancha marcado por el stopper Armando Izzo.
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Di María no aguantó la vehemencia de la marca de su rival y perdió la compostura: le aplicó a su rival un codazo con su brazo izquierdo sobre el estómago, lo que generó la reacción de dolor inmediata del futbolista del Monza, que se desplomó sobre el campo de juego.
El árbitro del partido, Fabio Maresca, no necesitó del VAR para tomar su decisión. El juez le mostró la roja a Di María sin dudarlo. Y aunque los jugadores de Juventus le exigían que revisara la jugada en el monitor, el árbitro no mostró fisuras en su determinación.
Con uno menos, todo se hizo cuesta arriba para Juventus que ya en la primera etapa no había tenido un buen partido. En el complemento, la Vecchia Signora adoptó una actitud pasiva y se paró de contra con el principal objetivo de mantener el cero en su arco. Leandro Paredes, que también fue titular en la visita, tampoco mostró su mejor nivel.
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Y el local, poco a poco, se fue convenciendo que podía quedarse con la victoria. Ingresó el danés Christian Gytkjaer y Monza jugó para él. En la primera que tuvo, desvió un cabezazo por encima del travesaño; en la segunda, su remate cruzado terminó afuera. Y la tercer fue la vencida. Tras un centro desde la derecha, el delantero danés se anticipó por el primer palo y con un toque de derecha instaló el 1-0.
Con la obligación de salir a buscar al menos un empate, el entrenador de Juventus, Massimiliano Allegri (siguió el partido desde una cabina por estar suspendido) mandó a la cancha a Moise Kean primero; y al argentino Matías Soulé y a Nicolo Fagiolo después. Los cambios revitalizaron el ataque de Juventus, pero el empate le quedó muy lejos a uno de los aspirantes al título.