Fue el octavo abandono en la gloriosa carrera de Rafael Nadal y el tercero en el Abierto de Australia. La decepción del Matador era más que evidente en la conferencia de prensa que brindó luego de tirar la toalla en los Cuartos de Final ante el croata Marin Cilic, cuando caía 2-0 en el quinto set.
Primero, el N°1 del mundo explicó lo que sintió: "Sentía la pierna trabada, un dolor en la parte alta. Uno siempre se ilusiona con que el dolor se va a ir y la lesión va a mejorar, pero la verdad es que no me podía mover. No me gusta retirarme pero no podía ni caminar".
Luego, el tenista español le envió un mensaje por elevación a las autoridades del circuito. "Para mí no es un problema de torneos sino de superficies. Ante tantas lesiones de varios jugadores, los organizadores al menos debería plantearse algo sobre lo que está pasando y si se están haciendo las cosas bien", expresó.
En las próximas horas, Rafa se someterá a estudios para determinar el grado de la lesión, en principio un tirón en el cuádriceps derecho.