Belfonte se volvió un adelantado en la ejercitación que se hacía en el deporte de las raquetas en las décadas del 70 y el 80, fue el responsable de la parte física en 58 series de Copa Davis en más de cuarenta años, a partir de 1970, hasta la serie vs. Australia en 1990 y se transformó en un referente absoluto del deporte nacional.
Amante del tango y de Boca Juniors, era profesor de Educación Física recibido en el Instituto de Educación Física de La Plata, Coach Internacional (registro ATP) y profesor acreditado en el Registro de Profesionales de la Enseñanza de Tenis (AAT). A lo largo de su carrera, trabajó, entre otros, con José Luis Clerc, con la leyenda sueca Björn Borg, con el paraguayo Víctor Pecci (finalista de Roland Garros 1979), con el golfista Vicente Fernández y hasta con el jockey Eduardo Jara.
Pero su obra maestra fue Vilas. Fue su preparador físico y más también. Fue su consejero. Belfonte acompañó al zurdo criado en Mar del Plata en la histórica gira por Australia en 1974, cuando Vilas ganó el torneo de Maestros, y en el recordado título de Roland Garros de 1977. "Querido Profe gracias por tanto que me diste, toda la vida. QEPD", lo despidió el extenista en su cuenta de Twitter.
"La primera vez que fui con Guillermo a Australia fue en el '74. Siempre jugó bien ahí, desplegaba un buen nivel. ¿Cuál es la razón? No la sé exactamente, pero hay una teoría comprobada sobre la fuerza de gravedad de Australia, sobre su posición en el globo. Si un jugador hace un saque en Estados Unidos difícilmente tenga la misma velocidad que en Australia. Guillermo sacaba bien, pero además tenía una gran devolución de saque y en eso hacía la diferencia", le contó Belfonte a LA NACION hace unos años.
"La meta era ser uno de los mejores. Se cumplió. El triunfo más grande ha sido su permanencia. Su paso por el circuito hizo crecer al tenis argentino a límites insospechados y fue muy reconocido en el mundo. Eso confirma aquello de que un deportista no es aquel que marca un récord, obtiene un título o luce tal o cual atuendo: un deportista es una forma de caminar por la vida. Un país no se hace con grandes deportistas, sino con deportistas con grandeza", comentaba el histórico PF.