La gualeguaychuense Marín aportó cuatro puntos (2/8 en dobles, 0/2 en triples), un rebote defensivo y una asistencia en 18.05 minutos de juego. Milagros Maza fue la principal anotadora argentina con siete tantos, cuatro rebotes y dos asistencias en 27.19 minutos. En el conjunto húngaro se destacó la ala pivote Reka Dombai, con 16 unidades y cuatro asistencias. Las estadísticas completas del partido.
<b>El partido </b>
La misión de enfrentarse a un rival prolijo y estructurado, y que a lo ordenado de su sistema le agrega talla y buena contextura física, ya era difícil de por sí para la selección U19. Y si a esto le sumamos que este rival era local y iba a mostrar una efectividad muy buena, todo iba a ser mucho más cuesta arriba para que las chicas cerraran el grupo con una sonrisa. Y así pasó: fue derrota amplia por 80-29. Ahora, con la confirmación tercer puesto en el Grupo B, el rival de octavos de final será Australia.
Se habían mostrado algunos buenos argumentos en los primeros dos partidos, primero ante una potencia como Rusia haciendo un gran primer tiempo y luego llevándose un juego en el que se impuso mucho más con el carácter frente a China Taipei. Este martes, ante las húngaras, había que reafirmar conceptos, porque ya sin la ansiedad de los primeros días y tras haber destrabado el domingo su primera victoria del torneo, ahora había que ser mucho más frío de la cabeza, jugar con la misma determinación pero además desplegar el mejor básquet posible.
Pero Hungría no perdonó. Si bien los primeros minutos de las dirigidas por Sebastián Silva fueron muy buenos, con el mismo quinteto inicial del domingo ante las asiáticas (Maza, Marín, Saravia, Vílches y Buzzetti) y la frescura de los primeros recambios (Tondi y Toledano), con agresividad e intensidad lograron incomodar a las dueñas de casa. Se fajaron, lo equipararon cada vez que pudieron con el roce y las ganas, empujaron y no permitieron puntos fáciles, generando pérdidas a las húngaras. El problema de las chicas es que no fueron efectivas adelante, algo que pasó previamente pero que hoy se vio más acentuado.
Ofensivamente costó, faltó claridad en el traslado, hubo muchas pérdidas de balón en la primera línea, con apuros y sin ese pase extra con el que tan bien funciona cuando lo hace, porque ahí es cuando encuentra más variantes y jugadoras libres para anotar. Esa falta de efectividad, en la que el tiro de tres tampoco acompañó, hizo que el marcador se mueva poco. Y cuando el partido se rompió a favor del rival, la frustración también se convirtió en otro punto que jugó en contra y amplió el margen de diferencia.
Aquel arranque del segundo cuarto sería el momento de quiebre. Hungría sacó provecho de una antideportiva de Baccarelli, cuando la base intentó frenar un contragolpe a velocidad de Rakita. Desde ahí fue parcial de 17 a 0 y el local se despegó trepando hasta los 19 de diferencia (pasó del 12-10 del primer periodo, a 29-10 en menos de cinco minutos). A eso le agregó una enorme efectividad, porque cuando se acomodó en cancha, elevó su puntería y ya no hubo forma de frenarlo (50 por ciento de cancha y un letal 7/11 en triples en la primera mitad).
Sin dudas que los primeros 10 minutos fueron los mejores de las pibas, sosteniéndose y haciendo un prolijo trabajo defensivo más allá de las imprecisiones en ataque. Realidades si las hay, esta misma Hungría había perdido duro ante Rusia (70-56) pero le había anotado 99 a China Taipei, y cuando está efectivo adelante es casi imposible de contrarrestar, más allá de que físicamente pueda ostentar otro porte.
Para la selección será ahora momento de barajar y dar de nuevo, de seguir buscando su mejor nivel, de trabajar en su ofensiva ya que independientemente de los pasajes sin acierto quedó demostrado que cuando se pasa mejor el balón puede generar buenas sensaciones. Lo destacado vuelve a remarcarse: intenciones defensivas y, sobre todo, las ganas que dejan en cada pelota.
Fuente: CABB.