La imagen es de la fecha 15 del Torneo Apertura 1996 en un partido que River recibía a Racing en el Monumental cuando Roberto Bonano fue expulsado y para mandar a la cancha a Germán Burgos en su lugar, Ramón Díaz pretendía sacar a Ariel Ortega pero después de charlas y señas de adentro hacia afuera el que terminó dejando el campo de juego fue Roberto Monserrat y quedó instalado hasta el día de hoy que Enzo Francescoli le armaba el equipo al riojano.
Sin embargo, el propio Diablo, quien siente muy poca afinidad por el DT, se encargó de desmentirlo en una entrevista con Tiempo Extra por FM 94.7: "Nada que ver, Francescoli nunca le armó el equipo a Ramón Díaz. Nunca lo vi que se metiera en un cambio, en armar el equipo o el plantel. Quizá por ser el más grande, siendo el cabecilla del plantel, se diga eso y más por lo que pasó ese partido que iba a salir Ortega y terminé saliendo yo. Pero pedí el cambio porque no podía seguir jugando. De ahí queda un poco la confusión", aclaró.
El cordobés llegó al Millonario en 1996 proveniente de San Lorenzo. River venía de consagrarse campeón de América y soñaba con la Copa Intercontinental: "Tuve la suerte de ir a un equipo que ya estaba armado. Conmigo llegaron Berizzo, Berti y el Jardinero Cruz para sumarse a un plantel que venía de salir campeón. Nos adaptamos rápido y después tuvimos la suerte salir tricampeones del torneo local y ganamos una Supercopa. Lamentablemente no pudimos lograr el gran objetivo que era la Intercontinental en Japón". Y agregó en lo que puede interpretarse como una crítica al planteo de Ramón Díaz: "Lo respetamos demasiado. No teníamos tanto nombre como la Juventus pero el equipo andaba muy bien. Nos faltó salir a jugarle de igual a igual y ver si podíamos hacerle el gol. Recién salimos a buscar el resultado cuando nos convirtieron y no nos alcanzó".
Además, Monserrat no tuvo reparos en señalar a Ramón Díaz como el responsable de su salida e incluso marcó que el DT tuvo una actitud similar con muchos de sus ex compañeros: "Me fui de River porque me echaron. El técnico me llamó a la mitad de la cancha para decirme que no me iba a tener más en cuenta y que me vaya buscando otro club. Ese mismo día hablé con mi representante y a la semana siguiente estaba firmando en Colón de Santa Fe. Logré no caerme anímicamente y jugué un par de años más".
Y aunque remarcó que Francescoli no le armaba el equipo, hizo hincapié en el retiro del ídolo uruguayo como un antes y un después en la relación entre el plantel y el entrenador: "No la pasamos bien por la convivencia con el técnico pero en dos años ganamos cuatro campeonatos. El plantel andaba muy bien y siempre nos mentalizamos que estaba en juego nuestro trabajo, nuestro prestigio y nuestra plata. Yo estuve esos dos años y no me puedo quejar de nada. Ramón era el técnico y había que aceptar lo que hacía y lo que decía aunque no te gustara. Después que se retiró Enzo, ahí empezamos de a uno o de a dos a ir a entrenar con la Tercera".