La peor noticia del cierre de la gira europea para los Springboks no fue la derrota del sábado ante Gales, por 12 a 6, sino la situación que padeció su capitán, Jean De Villiers, quien debió ser reemplazado en la primera etapa tras lesionarse de modo impactante su rodilla izquierda. El dolor fue tan grande que De Villiers, al dejar el campo de juego, debió recibir oxigeno.
El capitán sudafricano se lesionó tras un empujón del galés Taulupe Faletau cuando protegía la pelota en un ruck. Su pierna izquierda quedó trabada contra el piso y su rodilla giró de manera extraña. Instantáneamente se escuchó el grito de dolor del jugador, que hizo presumir que algo grave le sucedía.
"Los exámenes revelaron un daño significativo en el ligamento interno de su rodilla, y en los músculos que lo soportan", explicó luego el médico de los Springboks, quien además contó que De Villiers deberá ser examinado por otros médicos que recientemente lo habían operado de otra lesión ligamentaria.