Los miles de kilómetros de distancia no terminan con la pasión y el fanatismo que Marcos Rojo tiene por Estudiantes, equipo del cual es hincha y donde debutó en Primera División. En el equipo platense se desempeñó antes de ser transferido a Rusia, más precisamente al Spartak de Moscú.
Y el claro ejemplo es lo que sucedió ayer. El defensor de la Selección argentina se encuentra en Inglaterra, considerando que se desempeña en el Manchester United. Desde allí siguió las alternativas de lo que fue otra edición del clásico platense, que dejó como resultado el triunfo 3 a 1 del Pincha en el estadio de su acérrimo adversario.
Luego de seguir con atención el encuentro por televisión y sufrir por la expulsión de Leonardo Jara, el descargo llegó con el tercer gol del equipo de Mauricio Pellegrino, convertido por Ezequiel Cerutti, de penal. Fue allí cuando el futbolista explotó y gritó con mucha injundia el tanto que definió el clásico.
En este contexto, lo paradójico fue que tenía puesta una remera de entrenamiento del Barcelona. ¿Tendrá el reproche de los dirigentes del equipo inglés?