Luego de pasar de fase en los cuartos y en la semifinal ante Costa Rica y Panamá, respectivamente, por graves errores arbitrales, México se impuso inobjetablemente frente a la sorprendente Jamaica por 3 a 1 en la final y alzó la Copa de Oro, organizada por la Concacaf, por séptima vez en el certamen disputado en Estados Unidos y Canadá.
El Tri fue contundente desde el primer tiempo. A los 31 minutos, Andrés Guardado abrió el marcador con un bombazo de zurda y en el comienzo del segundo período metió el 2 a 0, a través del delantero Jesús Corona. Para liquidar la historia, apareció el atacante Oribe Peralta, que puso el 3 a 0 para la alegría de todo el pueblo mexicano y, a diez del final, Darren Mattocksel descontó para los jamaiquinos y puso el 3 a 1 definitivo.
México, que había llevado un equipo alternativo a la Copa América para guardarlos para la de Oro, cumplió su objetivo de volver a ser campeón después de cuatro años. Igualmente, la forma no fue la mejor ya que sin las ayudas arbitrales quizás el final hubiese sido otro. "Me quedo con la entrega de mis jugadores", valoró Miguel Herrera, el DT del conjunto mexicano, tras la consagración. Y ante la pregunta de los fallos de los jueces durante el certamen, justificó: "Un error lo puede tener cualquiera". Polémico título, no así la final.