La negociación entre Boca y Paolo Guerrero entró en punto muerto luego de que el entorno del jugador se comunicara con la dirigencia xeneize para informar que daban por terminadas las negociaciones por el contrato, que hasta el momento se encontraban muy lejos entre lo ofrecido por el club y lo pretendido por el delantero.
Guerrero, de 36 años, tiene contrato con el Inter de Porto Alegre, por lo que deberá presentarse al inicio de la pretemporada el miércoles 8. De todas maneras, trascendió que en el Colorado no cayó nada bien su decisión de jugar "a dos puntas" con el Xeneize, sobre todo luego de que el conjunto gaúcho se haya apostado por el futbolista peruano cuando se encontraba suspendido por doping.
Boca estaba dispuesto a pagar la cláusula de rescisión de Guerrero, cercana a los 4.5 millones de dólares, pero nunca logró arrimarse a lo pretendido por el contrato. Ahora, la dirigencia deberá decidir si sube la oferta y vuelve a comunicarse (algo que parece difícil) o apunta hacia otro lado en el mercado de pases, publica <i>TyC Sports.
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En principio, los objetivos de Juan Román Riquelme y Miguel Ángel Russo son dos puestos: un centrodelantero y un mediocampista, teniendo en cuenta el retiro de Daniele De Rossi y la convocatoria de Nicolás Capaldo a la Selección Sub 23, lo que le impedirá estar en cuatro de los siete partidos restantes de la Superliga.