Novak Djokovic arrancó el Masters de Londres con una doble presión: la de saber que necesita recuperar la magia que su juego perdió en los últimos meses, y la de que cuenta con la chance de volver al número 1 que Andy Murray le arrebató en el último ranking. En ese sentido, el arranque de su partido ante el austríaco Dominic Thiem, en el que su joven rival se quedó con el primer set, le volvió a mostrar lo difícil que es el camino del regreso. Pero después se recuperó como sólo pueden hacerlo los grandes, para quedarse con la victoria por 6-7 (10-12), 6-0 y 6-2.