Golpeado por la eliminación, Javier Mascherano anunció ese 30 de junio de 2018 su retiro de la Selección argentina. La caída por 4 a 3 ante Francia en los octavos de final del Mundial de Rusia había sido una señal de que su ciclo debía terminar. Así lo tomó él. Así es como a los 34 años le puso punto final a una aventura que arrancó allá por 2003, cuando debutó con la celeste y blanca en un amistoso ante Uruguay.
Ahora, ocho meses después de Rusia 2018, Mascherano decide abrirse por completo y reflexionar sobre un abanico de temas. El eje, claro, la selección: "Quizá me tendría que haber ido después de la final perdida con Alemania; me retiraba con todos los laureles, pero yo no soy así, no pienso en eso. Hubiese sido muy egocéntrico, total toda la gente me quiere".
En diálogo con Fox Sports, el excapitán indicó que tenía "un compromiso" con sus compañeros y empleados de la AFA. "Era el compromiso de seguir tirando para adelante, seguir aspirando a que las cosas vayan de la mejor manera", apuntó el Jefecito quien fue señalado como una de las figuras de la Argentina al cabo de ese campeonato y criticado por rendimientos irregulares y resultados adversos después.
Mascherano detalló que "de un día para el otro" cambiaron los conceptos que tenían sobre su rendimiento. "En algún momento se llegó a pensar que yo era el que manejaba todo acá adentro, como si yo fuera el presidente de AFA. Yo simplemente fui alguien que intentó unir, siempre de todos lados. Desde los dirigentes, los técnicos, los jugadores. A veces lo logré, a veces no", agregó.
El jugador de Hebei China Fortune contó que el presidente de la AFA, Chiqui Tapia, le propuso ser el técnico de la Selección. Pero que rechazó porque aún se sentía futbolista.
<b>El golpe de Rusia 2018</b>
Mascherano fue muy criticado a lo largo del torneo por su flojo papel. Tras la caída con Rusia, no dudó ni un segundo: se paró ante las cámaras y anunció su salida de la Selección.
"El día que quedamos afuera decidí hablar yo y les pedí a Leo (Messi) y a todos que no hablaran. No es bueno hablar en caliente, ¿qué sentido tenía? En mi caso yo ya lo tenía masticado, sabía que era el final. Preferí yo salir a hablar y creo que es lo mejor", contó.
"Después de lo que vivimos en Rusia no había mucho para decir. Habíamos quedado afuera, el rendimiento no fue el esperado... Salir a hablar, enfrentar las preguntas de si van a seguir o no. Mejor que responda uno que se va".
También contó que en la previa del Mundial sentía que el equipo no llegaba de la mejor forma: "Era difícil que nos fuera bien en Rusia, pero no imposible. Siempre tenés la esperanza de más allá de no estar en un buen momento de avanzar. Es en el único deporte colectivo que esto se puede dar".
"Pero el fútbol te da para especular. En otros deportes no se puede, ¿por qué? Porque en el fútbol podés especular. Pero no se dio. No llegamos de la mejor manera y lo sufrimos. No hicimos una buena primera fase y eso generó que juguemos los octavos de final contra Francia".