El 6 de junio de 2014 cambió para siempre la historia de River . Nadie lo imaginaba. Ni el más optimista de los hinchas podía soñar con un futuro repleto de sonrisas y laureles. Cuando todo parecía acomodarse, el panorama se nubló tras la abrupta partida de un ganador Ramón Díaz . "Quién agarra este fierro caliente?", era la incógnita que rebotaba en el Monumental. Y quizás solo el manager Enzo Francéscoli le vio a Marcelo Gallardo la chapa necesaria para quedarse con el timón del barco. Esa recomendación del uruguayo al presidente Rodolfo D'Onofrio fue el quiebre hacia la gloria. Pasaron 1819 días y el Muñeco se transformó en el DT más ganador de la historia de River.
"El conocer la cultura de este club me hace sentir y saber que hay un lindo camino por recorrer. Me siento con mucha energía", dijo el Muñeco el día de la asunción. Y dio un salto único que sigue sumando páginas doradas: ya es el DT más ganador del club con 10 coronas.
River conquistó ayer su tercera Recopa Sudamericana , ese torneo que le había sido esquivo en 1997 ante Vélez y en 1998 frente a Cruzeiro. Todas ellas fueron con el Muñeco, claro, experto en levantar pagarés: derrotó en 2015 a San Lorenzo, en 2016 a Independiente Santa Fe de Colombia y ahora en 2019 a Atlético Paranaense de Brasil. Así, defendió otro registro histórico: el Millonario ganó las ocho definiciones internacionales que afrontó en el Monumental.
A las tres Recopas se suman dos Copas Libertadores (2015 y 2018), dos Copas Argentinas (2016 y 2017), una Copa Sudamericana (2014), una Supercopa Argentina (2017) y una Suruga Bank (2015) para superar así a Ramón, quien estaba en la cima de la tabla con nueve campeonatos (seis torneos locales, una copa nacional y dos internacionales) en sus tres ciclos entre 1995-2000, 2001-2002 y 2012-2014.
Gallardo le arrebató el puesto de privilegio al riojano en tan solo cinco temporadas y, para dimensionar el cambio de paradigma, basta con saber que desde 1960 hasta 2013, la institución de Núñez solo había conquistado cinco trofeos Conmebol. Desde ayer ya tiene 12.
Así, el Muñeco agiganta la leyenda que empezó en su etapa de jugador con esa estirpe de número 10 tan característica, alzando seis títulos locales, la Libertadores 1996 y la Supercopa 1997. Y ahora, con 18 trofeos entre futbolista y DT, también se acerca al eterno Ángel Labruna, quien sumó 22 títulos (16 como jugador y 6 como entrenador).
Pero la revolución Gallardo va más allá de la ampliación de las vitrinas. El técnico es el primer hincha, con un sentido de pertenencia muy grande con el club que lo formó. Y desea que su legado no solo se vea representando en alegrías futbolísticas.
Por eso ideó la remodelación y ampliación del River Camp para que la Reserva, la cuarta y la quinta también se entrenen allí, impulsó la creación del predio que hoy el club tiene en Hurlingam -inaugurado a inicios de 2018- para las divisiones menores e impuso a fines de 2017 -su última renovación de contrato hasta 2021- un punto clave para continuar: el desarrollo de una plataforma infanto-juvenil que le permita al club volver a ser pionero en inferiores.
Así, conoce el presente de todas las categorías formativas, tiene asiduas reuniones con el director del proyecto Gustavo Grossi para conocer los avances, reimpulsó el reclutamiento de futuros talentos en el país y Latinoamérica y suele pasar los fines de semana viendo los partidos de los más jóvenes.
El Muñeco ya está instalado para siempre en la memoria de River. Su gen está impregnado en los hinchas, que después de mucho tiempo volvieron a sentirse identificados con un equipo, con una ideología de juego y una forma de transitar el camino, que parece seguir teniendo más para ofrecer.