Marcelo Fuentes habló con la prensa tras la salida de vestuarios en Garupá, dónde su equipo dejó una pálida imagen y fue vapuleado ante Crucero del Norte, dejándolo sin chances de seguir en la pelea por el ansiado ascenso. El entrenador dio su punto de vista de lo que fue la pobre campaña, cuando aún resta una fecha para que se termine el campeonato. “Siento la frustración de no haber podido llegar al 10 de diciembre con el deber cumplido para un club al que le tengo mucho afecto, con el cual asumí un compromiso importante cuando volví y que evidentemente no lo pude acompañar para logar el objetivo”, empezó manifestando el entrenador.
Ante la consulta de qué le podía decir a los hinchas a los cuales les había prometido el ascenso, Fuentes manifestó: “les puedo decir que fracasé por primera vez en un proyecto deportivo dentro del club y para lo que la institución me convocó; que soy el máximo responsable y que estaba convencido de que íbamos a clasificar”, señaló Fuentes.
El bonaerense hizo referencia a las falencias que llevaron al equipo a no estar dentro de los cinco primeros equipos: "Los análisis se hacen puertas adentro pero evidentemente nunca pude encontrar el equipo, hay que ver si no les di confianza con los cambios o si no tenía la posibilidad de tener rendimientos que me hicieran a mí tener la confianza para repetir el equipo. Se repitieron siete u ocho jugadores más o menos, donde algunos ni siquiera estaban en su plenitud pero con la entrega y el corazón me hacían sostenerlos en cancha porque creí que eran importantes.
Sobre su relación con el plantel: "Lo dramático es no haber podido cumplir el objetivo, pero yo no tomo que los jugadores me soltaron la mano. Algunos de ellos, como yo que estamos hace años en el club y lo conocemos, están con mucho más dolor pero a los demás los vi muy comprometidos. Soltar la mano es pensar que el grupo en algún momento no quiso que yo siguiera y la verdad que no lo sentí, porque si lo hubiese sentido me hubiese ido”, reproduce <i>El Diario</i>.
El DT cerró el diálogo explicando las sensaciones de esta frustración del equipo: “La situación es difícil y dolorosa para todos. El papá, el abuelo el hijo y el nieto, esos son quienes más deben sufrir esto, pero también lo hace el dirigente, el jugador y el cuerpo técnico. Esta es una frustración deportiva y profesional en un club en que después del proceso de Alfaro tuvimos la posibilidad de ascender, luego retorné y logramos el ascenso, en la era post Zielinski pudimos dejar al equipo dentro de la categoría. Luego, cuando continué tuve la chance de hacer una campaña de 56 puntos; entonces para mí la frustración profesional es en un club donde conozco todo y por eso el dolor es mucho más grande”, finalizó.
El plantel volverá a trabajar este martes y por las palabras del entrenador estará sentado en el banco en el duelo ante el Tatengue, en el Grella.
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