Sergio Maravilla Martínez tiene algunas certezas. Sabe que el viernes protagonizará en el Pequeño Teatro Gran Vía de Madrid la última función de "Bengala", el unipersonal escrito por Alfredo Megna y dirigido por Adrián Navarro que se estrenó en abril de 2021. Sabe que unos días después cruzará el Océano Atlántico para pasar unas semanas en Argentina. Y sabe también que <b>el jueves</b>, unas horas antes de subir al escenario, <b>trepará a un cuadrilátero para hacer su 60ª pelea profesional.</b> Ese combate será el que le otorgará algo de certeza a su futuro como pugilista.
Cara o cruz. Así planteó esta segunda etapa de su carrera el quilmeño, que el 21 de febrero cumplirá 47 años. Cada presentación puede ser la última o un paso más hacia su nuevo sueño mundialista. La de este jueves <b>será ante el británico Macaulay McGowan</b> en el Wizink Center de la capital española. La velada podrá verse desde las 15 por ESPN y también, de manera gratuita, a través del canal de Twitch del púgil vasco Jon Fernández.
"Estoy a una derrota del retiro y esa es mi motivación", dejó claro el ex campeón mundial superwélter y mediano (que ostenta un récord de 54 victorias, 3 derrotas y 2 empates) en un video publicado hace unos días en su cuenta de Instagram. "No quiero perder, no quiero retirarme, quiero disputar el título mundial, quiero ganarlo, quiero pelear contra los mejores. Sé que todo me está acercando al título mundial y que todo el trabajo que estoy haciendo está enfocado en llegar a eso", añadió.
Un nuevo cinturón ecuménico fue el objetivo que Maravilla empezó a trazar después de su victoria por nocaut en el séptimo asalto ante el español José Miguel Fandiño en agosto de 2020, que le puso fin a una inactividad de poco más de seis años. A ese triunfo le siguieron otros dos, contra el finlandés Jussi Koivula (en diciembre de ese año) y el inglés Brian Rose (en septiembre de 2021).
Desde entonces, la flecha apunta a la corona de la Asociación Mundial de Boxeo, incluso con algún guiño al respecto de Gilberto Jesús Mendoza, presidente del organismo con sede en Panamá que ubica a Martínez en el cuarto puesto de su ranking de los medianos. El monarca es el japonés Ryota Murata, quien no combate desde hace más de dos años y seguramente en los próximos días conocerá la fecha de su próxima contienda. Que no tendrá al argentino como rival.
Murata, de 36 años, realizará un duelo de unificación con el kazajo Gennadiy Golovkin, de 39 abriles. La pelea iba a efectuarse en diciembre pasado en Saitama, pero lo impidieron las nuevas restricciones impuestas por el Gobierno nipón debido al recrudecimiento de la pandemia de coronavirus. Eddie Hearn, presidente de la promotora Matchroom Boxing, avisó que el pleito se llevará a cabo en marzo o abril, por lo que cualquier aspiración de Maravilla se verá postergada por un tiempo.
Mientras espera sin desesperar, el quilmeño, quien entre 2011 y 2013 se codeó con los mejores libra por libra del planeta, actúa, brinda charlas motivacionales y se prueba: comenzó con los flojos Fandiño y Koivula; se exigió algo más ante Rose, un ex retador mundialista que lo complicó y a quien venció por puntos en un fallo ajustado y discutible; y ahora, a priori, volverá a bajar la vara.
Su rival es un desconocido para el gran público. McGowan, de 27 años (casi dos décadas menos que su adversario), ganó 14 de sus primeras 15 salidas rentadas entre 2014 y 2019, pero perdió en sus últimas dos presentaciones, en noviembre y diciembre de 2020. Después de 13 meses de parate, volverá a la acción con la promesa de jubilar al viejo guerrero. "Estoy en plenitud, él no tiene nada que probar y yo quiero descarrilar ese tren. Es mi momento y veo la hora de que el veterano deje paso a la nueva sangre", advirtió el púgil nacido en Manchester.
"Buscamos rivales que vayan exigiéndome cada día más y McGowan es un buen rival. Va a salir a ganar el combate y eso es lo que necesito para seguir progresando, mejorando y acercarme al (título) mundial", explicó Martínez en una entrevista publicada en el diario deportivo Marca. ¿Y la amenaza de jubilación? "Me encanta que me quiera retirar porque antes yo era un anciano y ahora ya un dinosaurio", bromeó.