El púgil de 38 años fue a la ciudad donde, desde hace dos meses, se lleva a cabo la Batalla de Marawi y habló de su compromiso con la lucha contra el terrorismo y dio a entender que el ISIS será su próximo rival.
"Espero volver aquí y saludarlos de nuevo cuando termine el combate, y si no ha terminado cuando vuelva, entonces me uniré a ustedes", dijo el boxeador.
El discurso de Pacquiao fue dirigido principalmente a sus compatriotas que enfrentan de cerca al terrorismo y los felicitó por su accionar. Evitó mencionar temas políticos, y no se exhibió desde el cargo que lleva desde hace un año, habló como boxeador y ciudadano filipino, antes que como senador.
"Ustedes son los auténticos héroes, no Manny Pacquiao. Yo soy únicamente un boxeador pero ustedes dan la vida por su país", afirmó.
Por sus logros deportivos, Pacquiao fue nombrado Teniente Coronel en la reserva militar. Y para su visita a la ciudad de Marawi dejó los guantes y vistió un uniforme del combate del ejército.
La última pelea de Pacquiao fue contra el australiano Jeff Horn. Ahí perdió el título mundial de peso wélter de la Organización Mundial de Boxeo (OMB).