A base de sacrificio -y sorpresivamente goles-, Federico Mancuello se ha convertido en la nueva bandera de Independiente. Más aún luego de que hayan sido apartados los últimos ídolos como Federico Insúa y Daniel Montenegro. Ya con la cinta de capitán en su brazo, el volante se acostumbró a ser el encargado de ponerse el equipo al hombro y cuando las cosas no salen bien, también ser el primero en dar la cara.
Precisamente por esto, el capitán no dejó que esta ocasión sea la excepción y enfrentó los micrófonos apenas consumada la derrota en el clásico ante Racing por 2 a 0. "Mal, no pudimos demostrar en los partidos que jugamos lo que venimos trabajando. Le pedimos disculpas a la gente que vino a apoyarnos, no pudimos devolverles el cariño con un triunfo"; fueron las primeras palabras de Mancu, aún dentro del campo de juego del José María Minella.
Mientras que enseguida asumió: "Siempre que se pierde hay preocupación, pero debemos mirar para adelante. Perdimos los dos partidos que teníamos que ganar, igual no hay excusas. Como digo siempre, vestimos una camiseta muy grande, tenemos que dar un poco más y no lo hicimos".