Después de haber contado a fondo qué sensaciones lo rodearon ante la lesión que cortó su gran actualidad en el Rojo, Federico Mancuello se volcó enteramente a lo deportivo y aseguró que "nunca se me cruzó por la cabeza dejar de jugar", en base al apoyo de la familia y sus compañeros, que no dejaron de tirarle energías positivas en todo momento.
Luego del regreso con River, el capitán manifestó: "Lo extrañaba muchísimo. Me ponía mal no saber el diagnóstico de la lesión y cómo atacarlo hasta que surgió el desgarro". Y volvió con todo, ya que además de redondear una buena performance, se animó a intentar un gol olímpico, algo por lo que fue consultado: "Es algo que pasa por la moral, ja".
Desde afuera, observó y tuvo tiempo para realizar un análisis sobre el progreso del equipo de Mauricio Pellegrino: "Creció en orden y funcionamiento. Los niveles individuales subieron notablemente". Y reveló que el entrenador lo tiene en cuenta como volante interior, más allá de que él le hizo saber que puede jugar por la banda o en el lugar del Cebolla Rodríguez.
Para el uruguayo, "Mancu" solamente tuvo palabras elogiosas: "Mostró por qué tuvo tanta trayectoria en Europa, se puede aprender con sólo escucharlo. Y dentro de la cancha muestra su jerarquía con sólo tocar la pelota".
Antes de finalizar, el símbolo del cuadro de Avellaneda dejó más que claras las metas para esta recta final de 2015: "El objetivo nuestro es la Copa (Sudamericana), sorteamos dos rivales difíciles (Arsenal y Olimpia) y ahora viene Independiente (Santa Fe). Lo bueno es arrancar en casa con la idea de sacar diferencia y que no nos hagan goles". ¿Y la Libertadores? "En el club seduce mucho y sería lindo clasificarnos, es lindo jugar miércoles y domingos", concluyó.