Pablo Magnín tiene 30 años y mucha experiencia en el mundo del fútbol, no sólo en nuestro país sino también en Chile. Fiel a su estilo cuando declara, el delantero de Sarmiento de Junín, actual goleador de la Primera Nacional, dejó contundentes reflexiones.
"Nunca me creí más de lo que soy. Lo que tiene nuestro trabajo, es que muchos desean tenerlo. Si volviera a nacer, no sé si elegiría ser jugador de fútbol. Amo esta profesión, pero hay otras cosas que también me llenan. El fútbol es una jungla", dijo ellos atacante que es pretendido por la dirigencia de Patronato, y continuó: "El fútbol, aunque no lo crean, es un trabajo muy estresante. Mucha gente deposita confianza y, sobre todo, dinero. Es mentira que solo se trabaja dos horas por día. Hay que estar preparado mentalmente para ser futbolista. Tiene muchas presiones".
El entorno del jugador es donde hizo foco Magnín: "Si no tenés a alguien que te baje a la tierra, que te haga ver la realidad, es complicado. Te ves en la tele, con un buen auto y te dicen todo que si, te crees un cuento que no es. Por eso es fundamental rodearse de gente que te ponga en vereda".
"Siento que no soy nadie para dar un consejo o para decirle a alguien que actúe de tal manera. Cuando dejas el fútbol, el celular no suena como antes. Los 'amigos' ya no están y te queda la gente de siempre. Uno se tiene que preparar para eso", cerró el santafesino.