Luego de mucho esperar, finalmente Luis Suárez pudo ser presentado en sociedad en el Barcelona. Si bien su fichaje se había concretado hacía varias semanas (según Jordi Mestre, vicepresidente del club español, lo adquirieron pagándole 80 millones de euros al Liverpool), la sanción que pesaba sobre el delantero se lo prohibía.
Luego que el TAS reviera su caso, sólo le dejaron la posibilidad de poder entrenarse con sus nuevos compañeros, pero se mantuvo firme con los cuatro meses sin poder jugar. Ayer, tuvo sus primeros minutos con la camiseta "culé" y quedó encantado. "Las sensaciones fueron emocionantes y espectaculares porque era un sueño. Nunca había jugado en el Camp Nou. El sentir la sensación y tener el contacto de la gente me gustó, pero es algo que todavía no me creo de poder cumplir este sueño tan bonito", confesó el punta uruguayo.
Sin embargo, con el correr de la charla ante la prensa, reconoció sus errores y que está intentando modificar ese accionar: "La sanción es la que es. Hay que aceptarla. He tratado con profesionales para evitar que vuelva a suceder". Vale recordar que el "Pistolero" ya tenía un prontuario en su contra cuando mordió a Giorgio Chiellini.
"Tuve días que no tenía ganas de hacer nada. Estaba muy deprimido. Reflexioné y sabía que tenía que aceptar la realidad, pedir perdón al jugador y a mi selección, y ahora trabajar para el Barcelona", relató el ex atacante del Ajax de Holanda y que en la temporada pasada, con la remera del Liverpool, convirtió 31 goles.