Luis Orquera es tapicero y defensor de Central Ballester, club en el que juega desde los 17 años. El jugador de 43 años está a punto de superar la marca que mantiene Hugo Orlando Gatti, con 817 encuentros, como el futbolista con mayor prensencias en el fútbol argentino. Serán 818, para dejar atrás la marca de Hugo Orlando Gatti, que disputó 817.
El experimentado defensor debutó a los 17 años en Central Ballester y solamente dejó el club para irse a Juventud Unida, donde disputó 203 partidos y otros 11 en Ferrocarril Urquiza para luego volver al club que lo vio nacer donde está a solo 90 minutos de superar el récord que ostenta Gatti.
"Tengo un nietito de 2 años y mi hijo tiene 23. Es un orgullo demostrarle a ellos lo que puedo hacer a esta edad. Siempre me vienen a ver a la cancha", contó Luis sobre una de las facetas de su vida y agregó en diálogo con TyC Sports: "Mis días son bastante moviditos, me levanto a las 6 de la mañana, llego al local, organizo los trabajos, vengo a entrenar y al terminar vuelvo lo más rápido posible porque tengo compromisos con clientes a los que no puedo fallarles. A casa vuelvo recién a las 21 o 21:30".
Luis jugó toda su vida en el ascenso entre Central Ballester, Ferrocarril Urquiza, y Juventud Unida. Toda una vida en una categoría y un récord que no buscó, pero celebra: "Nunca pensé en eso, sino siempre en jugar. Capaz que a fin de año deje de hacerlo pero yo lo que quiero es seguir ayudando al club", dijo hoy el hombre que reescribirá la historia estadística el próximo fin de semana.
Orquera contó que a sus 24 años estuvo a punto de jugar en Independiente pero los manejos de los directivos en aquellos años, frustraron el arribo. "En 1995/96 cuando ascendimos, el técnico nuestro era muy amigo de José Pastoriza y habíamos jugado un amistoso con Racing que el "Pato" vio y le gustó mi juego. Me había convocado a una pretemporada y cuando ya estaba casi todo acordado, los dirigentes de mi club pidieron un dinero que Independiente no le dio y ahí se terminó. No pude llegar a Primera".
El hombre récord del fútbol argentino es todo un ejemplo. Cuenta que les habla mucho a los chicos del club y, aunque su récord nunca fue un objetivo, no esconde su orgullo ante semejante estadística: "Esto es todo sacrificio, mucha humildad, pero uno se adapta al club que está y yo estoy orgulloso de vestir la camiseta de Ballester durante tantos años".