urfers Paradise tiene bien puesto su nombre. Con una playa amplia, un mar entre azulado y verdoso, lagunas artificiales prolijísimas y un paisaje edilicio imponente, el barrio más conocido de Gold Coast es formidable para un descanso tranquilo y para vacaciones de mucha acción. También para, por ejemplo, gozar un día libre como el que tuvieron los Pumas, que disfrutaron el sol y la arena de la larguísima costanera. Pero para ellos, esta visita tendrá recuerdos buenos del todo si mañana lograsen quebrar no sólo la larga cadena de reveses en el Rugby Championship en general, sino también una frustración particular en Australia: que la victoria se escurra por nada.
La oportunidad comenzará a las 7.05 de nuestro país en el estadio Cbus Super, por la 4a fecha. Por historia y por presente, los Wallabies se presentan como una buena chance para los Pumas de salir de ese rótulo mordaz de perdedores que se les ha instalado en su propio país, en contraste con el respeto que se les tiene fuera. Australia es el único de los tres grandes del Sur al que la Argentina ha vencido. Y no sólo una, sino cuatro veces en 21 choques, incluida una como visitante, la del 18-3 de 1983 en Brisbane, a una hora de viaje de aquí. Pero no se gana un partido con antecedentes, sino con actualidad. Y también en esto los sudamericanos tienen su chance.
Su rival es irregular en este 3er Championship. Empató en 12 con Nueva Zelanda bajo la lluvia en Sydney; fue sacudido con un 50-20 por los All Blacks en Auckland, y se repuso con un 24-23 a Sudáfrica en Perth. En los dos años anteriores fue en general la más floja de las tres potencias, y la que menos diferencia le sacó a la Argentina en promedio. Por supuesto que no deja de ser un equipazo, y en su alto nivel los que sobresalen son los backs, ricos en variantes y superofensivos. Sobre todo ese crack que es Israel Folau, dueño de las mejores estadísticas individuales del torneo y, hoy, el mejor fullback del planeta, seguro en el aire, rápido, ágil, potente y gran lector del juego.
Será muy importante el Nº 15 en caso de haber lluvia otra vez, por la recepción de pelotazos. Los Pumas no quieren agua, porque el esquema de ataque que ensayan es viable sólo sobre piso seco y porque bajo la precipitación de Napier en el 9-28 ante los All Blacks no resolvieron bien. Pero quizás ese factor climático no sea un enemigo esta vez. Si un suelo patinoso sugiere patear y no correr con el balón, si abundan los knock-ons, los forwards ganan importancia, y es en el pack donde la Argentina más ventaja posee frente a Australia. Un piso normal sería óptimo para el poderío de los tres cuartos amarillos, justo en un partido para el que Hourcade eligió a dos wings de mejor ataque que defensa (ver Pág. 9).
Además de la usual rotación en las puntas, habrá un cambio entre los delanteros. Por el suspendido Tomás Lavanini actuará Matías Alemanno, de 22 años. Otra mole, de 1,99 metros y 115 kilos, que viene de Pampas XV y de seleccionados juveniles. "La de Tommy es una baja tremenda, pero Mati viene preparándose desde hace mucho. No es tan ball carrier [transportador de pelota] como Tommy, pero quizá tiene un poco más de manejo y como buen cordobés es muy bueno en el scrum, es bueno en el line y entiende muy bien el juego. Es un chico inteligente", subrayó el seleccionador Daniel Hourcade. El segunda línea se sale de la vaina por jugar. "Creo estar a la altura. Estoy muy ansioso, con muchas ganas. Dios quiera que ganemos. Trato de dejar todo cada vez que entro en la cancha para defender estos colores, los de mi país. Soñaba con vestir la camiseta de los Pumas. Estoy cumpliendo ese sueño", se entusiasmó el forward de La Tablada.
En 2013, en Perth, la Argentina obtuvo un try convertido a 15 minutos del final y quedó 13-14, pero en ese cuarto de hora no varió el marcador. Más doloroso incluso fue lo de 2012, en Gold Coast; a los 18 minutos de la segunda mitad estaba 19-6 arriba y terminó perdiendo por 23-19. Pero los australianos se fijan sólo en el presente. "Los Pumas son bastante duros. Están progresando muy rápidamente. Su scrum contra Sudáfrica, sus pases, su juego en velocidad... Un equipo como para tener cuidado", advirtió el tercera línea Scott Higginbotham. "No miramos si hay un favorito. Nadie sabe más que nosotros lo que es enfrentarse con la Argentina, un muy buen equipo. Su scrum mejoró en los últimos dos años. Y del 1 al 15 sus jugadores son muy combativos, muy físicos. Disfrutan esa parte del juego", opinó ante LA NACION el segunda James Horwill -también suplente mañana- en el parque de diversiones Dreamworld, donde los dos compartieron un rato con un par de tigres en una acción promocional.
"Son diferente tipos de felino, pero ambos pueden hacer mucho daño. Los Pumas están jugando muy bien", apuntó Horwill. Pues la de hoy es una gran ocasión para dar el zarpazo tantas veces imaginado.
