El hombre nacido en Pujato, provincia de Santa Fe, siempre destacó por su perfil trabajador dentro del ambiente del fútbol. De hecho, fue así desde sus épocas como jugador, y ahora en su rol de director técnico.
Este exitoso ciclo como entrenador de la Selección Nacional tiene poco de explicación desde la lógica, porque rompió con el molde de llegar al cargo como una persona con experiencia y recorrido previo. Asumió para afrontar un interinato, superó las expectativas, demostró estar a la altura y se quedó… ¡Y qué bien que salió!
Los que lo llamaban “inexperto” ahora no paran de halagarlo. Es que, Lionel Scaloni, dejó en claro que, con su paso de pueblerino y mucho respeto, todo es posible. Sí, incluso es posible cumplir el sueño de ser campeón del Mundo.
Un jugador que siempre la luchó
Lionel Scaloni viajaba todos los días desde su Pujato natal hasta Rosario para entrenar en las inferiores de Newell’s Old Boys, hasta que en 1995 se dio el debut en la máxima categoría del fútbol argentino.
Luego destacó en Estudiantes de La Plata y eso le valió su transferencia a España, para pasar a ser un referente y posteriormente transformarse en ídolo del Deportivo La Coruña. En aquella institución permaneció por 9 temporadas y disputó más de 150 partidos, siendo capitán y formando parte de un equipo que marcó una época.
Luego recaló en el West Ham inglés, regresó a España para jugar en Racing de Santander, pasó a Lazio de Italia, defendió la camiseta de Mallorca, retornó a Lazio y se retiró en Atalanta en la edición 2014/2015.
Mientras tanto, fue campeón del Mundo Sub 20, integró la Selección mayor en las Eliminatorias rumbo al Mundial 2006 y estuvo presente en Alemania para afrontar la máxima competición.
No hay dudas de que tuvo una carrera destacada. Sin embargo, lo mejor estaba por llegar y sería, curiosamente, desde el banco de suplentes.
Los números hablan por sí solos
Al poco tiempo de haberse retirado de la actividad como futbolista profesional, Lionel Scaloni se sumó al cuerpo técnico que por entonces lideraba Jorge Sampaoli, para formar parte de aquella Selección que clasificó agónicamente a Rusia 2018 y que quedó eliminada en octavos de final.
Tras la salida del ya mencionado entrenador, Scaloni asumió un interinato y el Presidente de la A.F.A. lo respaldó. Incluso ante una marea de críticas injustificadas, sobre que no estaba preparado para el cargo y que era una falta de respeto hacia los demás entrenadores. Tapia no le daba importancia a esos comentarios y Scaloni seguía trabajando.
En la Copa América 2019 la “albiceleste” fue de menos a más y comenzó a entusiasmar. Tras una primera ronda dubitativa, incluso con un penal trascendental atajado por Franco Armani ante Paraguay, el equipo repuntó y terminó haciendo una gran semifinal frente a Brasil primero para luego subirse al podio tras derrotar a Chile.
Lo siguiente, es historia pura: la Copa América del 2021 terminó por demostrar que sus dirigidos estaban junto a él, captando su impronta para levantar el máximo trofeo continental. Poco después las Eliminatorias que terminaron de la mejor manera y llegó la consagración ante Italia en la Finalissima.
Los números
Pero claro, lo mejor estaba reservado para Qatar. La Scaloneta sacó a relucir todo su poderío y conquistó al mundo, convirtiéndose en la mejor Selección del planeta dando muestra de un juego exquisito que captó la atención en los cinco continentes.
Y cuando había dudas de si este equipo había llegado a su máxima expresión y podría seguir brindándose al máximo: otro título. La Copa América 2024, en Estados Unidos.
En total han sido 77 partidos al mando de la Selección, registrando 55 victorias, 16 empates y tan sólo 6 derrotas. Además, convirtió 155 goles y recibió apenas 40, obteniendo alrededor del 78% de los puntos posibles.
Históricamente, en el fútbol argentino se ha debatido entre el bilardismo y el menotismo. Ambos fueron campeones del Mundo y eso los llevó a la cima. Hoy es momento de hablar de Scaloni, único director técnico de la Selección en lograr 4 títulos oficiales, volviendo a poner a la Argentina en la cima del mundo.
